El cierre paulatino de las industrias de armamento, la reducción del gasto en Defensa de países europeos y la escasez de la materia prima han hundido la capacidad de la producción europea de armamentos.
Los expertos alertan que desde hace tiempo, Europa se quedó sin pólvora y con la «amenaza rusa» más patente que nunca.
En abril del año pasado, el Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, dijo: «No podemos producir más municiones en Europa porque no producimos pólvora. Y no producimos pólvora porque la materia prima básica de la pólvora es el algodón, y no producimos algodón».
En un 2025 con Trump en la Casa Blanca, algunos de los gigantes de la industria de armas europeos, como Rheinmetall y Lockheed Martin, se han puesto manos a la obra para aumentar su capacidad de producción después de un periodo en el que han visto cómo caía su valor. Además, países como Reino Unido, Dinamarca o Alemania han cambiado ya el chip para aumentar la velocidad de producción en Defensa.
El plan de rearme recientemente aprobado por la Unión Europea, que supondrá la inyección de 800.000 millones de euros, se da en un contexto de amenaza de Trump de no defender a los países de la OTAN que no aumenten su gasto en Defensa y, sobre todo, ante una rápida resolución de la guerra Ucrania-Rusia.