Una creciente campaña internacional de boicot contra productos de Estados Unidos, desde los países escandinavos hasta Canadá y el Reino Unido, gana fuerza.
Según informó el diario británico The Guardian, uno de los episodios más destacados hasta ahora fue el rechazo de los compradores europeos hacia los vehículos eléctricos de Tesla, fabricados por Elon Musk, ahora figura prominente en la administración del presidente Donald Trump.
Musk figura como jefe de la Oficina de Eficiencia Gubernamental, grupo privado creado por Trump.
Este contexto contribuyó al fuerte desplome del precio de las acciones de Tesla, las cuales perdieron cerca del 15 por ciento de su valor solo el lunes.
Las ventas de Tesla en Europa registraron una caída significativa, similar al boicot de los consumidores canadienses en respuesta a los aranceles impuestos por Trump y sus declaraciones de convertir a Canadá en el estado número 51 de EE. UU.
Asimismo, la semana pasada fueron reportadas iniciativas de boicot cultural y otras formas de retirada de inversiones.
En Canadá, hubo abucheos durante la interpretación del himno nacional estadounidense en partidos de hockey.
