ÚLTIMO MINUTO
miércoles, 30 de abril, 25
25.9 C
Caracas

Ártico Ardiente: Groenlandia, el nuevo punto de ebullición geopolítica

En las gélidas y vastas extensiones de Groenlandia y del Ártico, una silenciosa pero intensa competencia se desarrolla entre las principales potencias mundiales: Estados Unidos, Rusia y China. 

En el corazón de esta disputa se encuentra Groenlandia, una isla que, más allá de su imponente paisaje helado, se ha convertido en un punto neurálgico de interés estratégico y económico.​

Con una extensión de 2.166.086 km², la mayor parte de Groenlandia está cubierta por una inmensa capa de hielo (alrededor del 85%), y es la segunda más grande del mundo después de la Antártida. 

Debido a los deshielos producto del calentamiento global, su ubicación en el Ártico la convierte en un punto clave para el comercio y la seguridad global al abrirse nuevas rutas marítimas para el comercio mundial.

Dichas rutas y ubicación ha despertado el interés de potencias como EE.UU, Rusia y China quienes ven en la nueva rruta del norte ártico no solo ventajas en términos de distancia sino posiciones estratégicas de defensa y seguridad.

En 2019, el presidente Donald Trump sorprendió al mundo al proponer la compra de Groenlandia a Dinamarca, una oferta que fue rechazada categóricamente. Sin embargo, esta iniciativa puso de manifiesto la creciente importancia que la administración estadounidense otorga a la isla en su estrategia ártica.

Ahora en su segundo mandato, Trump refuerza su campaña por adquirir “por un medio u otro” la isla.

El renovado interés de Estados Unidos por Groenlandia no es nuevo. El presidente ruso, Vladimir Putin, recordó recientemente que «Estados Unidos ya había intentado controlar Groenlandia en el siglo XIX y tras la Segunda Guerra Mundial» . Esta declaración subraya la persistencia de Washington en asegurar su influencia en la región.

Según el Centro de Análisis de Políticas Europeas (CEPA), la región enfrenta desafíos de seguridad derivados de las actividades militares y estratégicas de múltiples actores. 

Rusia ha reforzado su presencia militar en el Ártico, modernizando y expandiendo su infraestructura, incluyendo bases de misiles, submarinos nucleares y aviones de combate. Además, se han registrado actividades como incursiones aéreas y ejercicios militares, incluyendo el despliegue de misiles Iskander en la península de Kola.

China, aunque con una presencia históricamente menor, ha incrementado su involucramiento en la región a través de proyectos de investigación que, potencialmente, podrían tener aplicaciones militares duales. El interés de Pekín en la Ruta del Ártico, una vía marítima clave que se abre con el deshielo, subraya su visión estratégica a largo plazo.

El incremento de la guerra electrónica también representa un desafío, con el potencial de interferir en comunicaciones y sistemas de navegación en esta área crítica. 

Por su parte, Estados Unidos y sus aliados buscan mantener su posición en el Ártico, adaptándose a un entorno en constante cambio y respondiendo a las dinámicas de poder emergentes. 

La región ártica demanda entonces, una atención continua y estrategias adaptativas por parte de todas las naciones involucradas, para asegurar la estabilidad y la cooperación en medio de las crecientes tensiones.

Las estaciones terrestres estratégicamente ubicadas, como la base aérea de Pituffik en Groenlandia y la Estación de la Fuerza Espacial Clear en Alaska, juegan un papel fundamental en el monitoreo del tráfico espacial y en la provisión de alerta temprana ante lanzamientos de misiles, subrayando la importancia de esa zona en la seguridad nacional de las potencias globales.

Más allá de su valor geoestratégico, Groenlandia alberga vastos depósitos de minerales esenciales. 

Según la BBC, la isla posee «algunos de los depósitos más grandes de los llamados metales de tierras raras, como neodimio, praseodimio, disprosio y terbio», fundamentales en la fabricación de dispositivos tecnológicos modernos. 

La Base de Pituffik: Pilar de la presencia militar estadounidense en Groenlandia

La presencia militar de Estados Unidos en Groenlandia se materializa en la Base Espacial de Pituffik, anteriormente conocida como Base Aérea de Thule. 

Esta instalación es crucial para la infraestructura espacial estadounidense y desempeña un papel vital en la defensa contra misiles. En noviembre de 2023, el Sargento Mayor John Bentivegna destacó: «Mantener una presencia fuerte en el Ártico es primordial para nuestra seguridad y la de nuestros aliados».

Empresas chinas han participado en diversos proyectos en Groenlandia, especialmente en el sector minero. Un ejemplo destacado es el proyecto minero de Kvanefjeld, destinado a la extracción de tierras raras y uranio, financiado principalmente por la empresa china Shenghe Resources.

Además, en 2018, empresas chinas mostraron interés en financiar la construcción de tres aeropuertos internacionales en Groenlandia. Sin embargo, debido a presiones por parte de la UE y EE.UU sobre la creciente influencia china, el gobierno danés decidió asumir directamente la financiación y gestión de estos proyectos.

Mientras Estados Unidos refuerza su posición, Rusia y China no se quedan detrás. Moscú ha implementado un ambicioso programa para desarrollar la infraestructura del Ártico, que incluye la restauración de bases militares soviéticas y la expansión de su flota de rompehielos. 

El conflicto en Ucrania ha complicado aún más la dinámica en el Ártico. La cooperación en el Consejo Ártico se ha vuelto difícil, con Rusia, la cual Occidente busca ailas de facto  y las demás potencias coordinándose aparte. En este contexto, Groenlandia se convierte en un escenario donde se reflejan las tensiones entre Estados Unidos, Rusia y China, cada uno buscando asegurar su posición en una región cada vez más estratégica.

Base militar en Groenlandia

Además, Rusia ha realizado ejercicios militares en la región, proyectando su poder en el norte. China, por su parte, se ha declarado un «estado cercano al Ártico» y ha invertido significativamente en proyectos energéticos y logísticos en colaboración con Rusia .

A pesar de su interés, Estados Unidos enfrenta desafíos en el Ártico. La limitada flota de rompehielos y las deficiencias en sistemas de vigilancia han sido señaladas como puntos críticos. 

El general Gregory Guillot, de la Fuerza Aérea de EE. UU., admitió: «Estamos completamente superados en número en cuanto a rompehielos» . Esta desventaja operativa pone de manifiesto la necesidad de inversiones y estrategias renovadas para mantener la influencia en la región.​

Las recientes visitas y declaraciones de altos funcionarios estadounidenses han generado tensiones con Dinamarca y las autoridades groenlandesas. El vicepresidente J.D. Vance, durante una polémica visita a la isla, criticó a Dinamarca por «desatender» la seguridad de Groenlandia y afirmó que Estados Unidos proporcionaría una mejor protección. 

Estas acciones han sido vistas como una presión inaceptable por parte de las autoridades locales, complicando aún más el panorama diplomático.

Complejidades de la relación entre Groenlandia y Dinamarca 

Groenlandia depende en gran medida de la financiación danesa. Aproximadamente dos tercios del presupuesto anual del gobierno groenlandés provienen de un subsidio de Dinamarca, que en 2023 fue de unos 3.900 millones de coronas danesas (aproximadamente 560 millones de dólares). Sin este apoyo, la economía groenlandesa, basada en la pesca y en menor medida en el turismo y la minería, podría enfrentar grandes dificultades.

La falta de infraestructura y diversificación económica es un obstáculo a vencer de cara a las aspiraciones de Groenlandia de una independencia y es en ese campo que China precisamente viene desarrollando su estrategia de comercio con la isla. 

Aunque muchos groenlandeses apoyan la idea de independencia, no hay consenso sobre cuándo y cómo debería ocurrir. Algunos sectores consideran que el país aún no está listo debido a su dependencia económica, mientras que otros sostienen que la independencia es un derecho histórico y una cuestión de identidad.

En 2009, Groenlandia obtuvo un nuevo nivel de autonomía con la Ley de Autogobierno, que le dio más control sobre sus recursos naturales. Sin embargo, la explotación de estos recursos sigue siendo un tema delicado, especialmente con el debate sobre la minería de tierras raras y el posible impacto ambiental.

Los partidos políticos groenlandeses tienen posturas diversas sobre la independencia. Algunos, como Inuit Ataqatigiit, apoyan una transición más rápida, mientras que otros prefieren un enfoque gradual. La creciente influencia de los partidos independentistas en las elecciones refleja una tendencia hacia un mayor deseo de soberanía.

El camino hacia la independencia sigue siendo incierto. Para que Groenlandia se independice con éxito, necesitaría reducir su dependencia económica de Dinamarca, fortalecer su infraestructura y tomar decisiones estratégicas sobre el desarrollo de sus recursos naturales. La cuestión no es solo si logrará la independencia, sino cuándo y bajo qué condiciones.

Lo más reciente

Milei y el jefe del Comando Sur de EE.UU. estrechan alianza

El Gobierno del libertario destaca la "gran sintonía" que...

🇮🇳🇵🇰 India y Pakistán: una guerra que nadie quiere, pero que podría ser nuclear.

India y Pakistán viven su momento más tenso en...

Detalles terrenales de los cardenales: Uno de ellos arrasó con el minibar, al creer que el consumo era gratis

El arzobispo emérito Anselmo Guido Pecorari reveló algunos detalles...

Fútbol: Vinotinto Femenina comienza el camino por su pase al mundial Sub 17

La Vinotinto femenina Sub 17 inicia este miércoles (5:30...

Autoridades migratorias que cumplen órdenes de Trump deportan a madre cubana y dejan a su bebé de un año en EEUU

Heidy Sánchez, entrevistada por Reuters el lunes, contó que...

Noticias

Artículos relacionados