Estados Unidos omitió la frase clave «soberanía irrenunciable de Panamá sobre el Canal» en la versión en inglés de un comunicado conjunto, generando interrogantes sobre sus verdaderas intenciones en torno a la recuperación de esta arteria marítima.

La demanda de Panamá a Washington: transparencia y fidelidad en la comunicación sobre la soberanía
La Cancillería panameña, a través de la Dirección General de Política Exterior, instó formalmente a la Embajada norteamericana a «actualizar la versión en inglés para incluir una traducción equivalente de esta frase, con el fin de mantener la transparencia y la fidelidad en la comunicación» respecto al reconocimiento de la soberanía panameña sobre la transitada vía marítima.
Sin embargo, la pregunta clave es si esta solicitud refleja una comprensión total de las posibles motivaciones detrás de la omisión por parte de Washington.
La falta de una respuesta inmediata por parte de la delegación diplomática estadounidense en el istmo a la consulta sobre esta situación, alimenta la especulación sobre las razones detrás de la eliminación de la mención explícita de la soberanía de Panameña sobre esa vía de comercio en el comunicado en inglés.
Este silencio podría interpretarse como una falta de reconocimiento pleno o una estrategia deliberada para no reafirmar la soberanía panameña de manera inequívoca.
Este incidente se da en el contexto de las tensiones previas generadas por las declaraciones de Donald Trump, quien había alertado sobre el control de China sobre el la arteria interoceánica y los costos para EE.UU., acusaciones consistentemente negadas por el gobierno panameño.
Como telón de fondo, las recientes declaraciones de Hegseth sobre la necesidad de «recuperar el Canal de la influencia china» adquieren un significado particular, sugiriendo una posible estrategia norteamericana. para tomar el control del la estratégica vía acuática y su influencia en la región.
En su respuesta a la pregunta sobre la omisión de la soberanía panameña en el comunicado, Hegseth ofreció una declaración ambigua, limitándose a afirmar que «ciertamente entendemos que el Canal de Panamá está en Panamá» y que la «colaboración entre Estados Unidos y Panamá» es clave para proteger la soberanía de «influencias malignas».
Esta respuesta evasiva no aclara la razón específica de la omisión.
Las recientes declaraciones del presidente panameño, José Raúl Mulino, en las que afirmó la eliminación de toda mención a una «presencia militar permanente, bases militares o cesión de territorio» en el memorándum de entendimiento con Estados Unidos, buscan enviar un mensaje claro acerca de que el gobierno no comprometerá su soberanía sobre la vía interoceánica.
La postura firme del mandatario apunta a calmar preocupaciones internas sobre una posible injerencia extranjera. No obstante, analistas advierten que esta aparente victoria diplomática podría pecar de ingenua si no se consideran a fondo las sutiles —y persistentes— estrategias de influencia de Washington en la región.