En una declaración jocosa (supuestamente) que no dejó indiferentes, el presidente de EE.UU., Donald Trump, soltó: «Me gustaría ser el papa, esa sería mi primera opción», durante un encuentro con periodistas en la Casa Blanca, el martes.
Mientras hablaba sobre los posibles sucesores del difunto Papa Francisco, Trump mencionó a un cardenal de Nueva York, aunque sin dar nombres, diciendo: «Tenemos un cardenal que casualmente es de Nueva York. Es muy bueno. Así que veremos qué pasa».
Las palabras de Trump hacen alusión a Timothy Dolan, el arzobispo de Nueva York, conservador pero defensor de los migrantes, aunque no suena entre «los papables».
Estas declaraciones llegan tras el fallecimiento del Papa Francisco el 21 de abril, luego de una larga batalla contra problemas de salud, incluyendo una «pulmonía bilateral» con «infección polimicrobiana», que lo mantuvo hospitalizado 38 días.
El cónclave para elegir al nuevo líder de la Iglesia católica se celebrará el 7 de mayo. Serán 133 cardenales de todo el mundo, menores de 80 años, los que se reunirán a puerta cerrada en la Capilla Sixtina para votar en secreto hasta alcanzar una mayoría de dos tercios. Los cónclaves de 2005 y 2013 demostraron la rapidez del proceso, resolviéndose en solo dos días.
Con información de RT