El ex director ejecutivo de la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) de Guyana, Vincent Adams, advirtió que la delimitación de proyectos y pozos petroleros es crucial para un mejor acuerdo con Exxon y una garantía para el país independientemente de la fluctuación de precios del petróleo.
Adams, quien es además ingeniero ambiental, vinculado al sector petrolero y exasesor del gobierno en estos tópicos, ha sido una de las voces prominentes en el llamado a renegociar el Acuerdo de Reparto de la Producción del Gobierno de Guyana con la ExxonMobil, firmado en octubre de 2016 por el entonces presidente David Granger.
«Independientemente del precio del petróleo, porque los precios del petróleo subirán y bajarán… la delimitación debería ser un requisito sobre la mesa para iniciar la discusión con Exxon», afirmó Adams a la prensa local.
Muchos de los críticos del acuerdo son enfáticos en que la división de regalías y ganancias deja a Guyana en franca desventaja en la explotación del Bloque Stabroek. Según el documento, Guyana recibe regalías del 2% y ganancias del 50% después de que ExxonMobil delimita costos de producción, establecidos en el 75%. Consecuentemente, Guyana recibe la mitad del 25% restante, es decir, su ganancia neta es del 14,5% de toda la extracción.
Añadir una cláusula de compartimentación o delimitación obligaría a recuperar del proyecto específico sólo los costes asociados a ese desarrollo cuando empiece a producir petróleo. Esto evitaría que el operador, en este caso ExxonMobil, añadiera al banco de costos otros gastos no relacionados con ese proyecto y garantizaría una mayor proporción de ingresos para repartir con el país.
En marzo de este año, la auditora internacional IHS Markit identificó 214,4 millones de dólares en gastos reclamados por ExxonMobil y sus socios para el período 1999-2017, como no elegibles para su recuperación bajo el Acuerdo de Reparto de la Producción, a pesar de que el consorcio los presentó a cobrar ante el Gobierno de Guyana. . La Guyana Revenue Authority (GRA), una agencia de gestión de impuestos e ingresos, revisó los resultados de la auditoría y no planteó objeciones.
«Y volviendo a la cuestión de si debemos aprobar el séptimo proyecto o no, yo diría absolutamente que si no se sientan a la mesa, y no se trata sólo del vallado, hay otras cuestiones en este contrato que deben negociarse. Yo diría que si no vienen a la mesa para hacer esto, no les concederíamos el permiso» explicó Adams.
Actualmente, los proyectos en explotación, Liza 1, Liza 2 y Payara, producen bajo el acuerdo de 2016, que no incluye cláusula de delimitación. La producción de estos equivale a 650.000 barriles por día. Según el Instituto de Economía Energética y Análisis Financiero, el coste precontractual de ExxonMobil para el proyecto Liza-1 se presupuestó inicialmente en 4.400 millones de dólares, pero posteriormente se estimó en 3.500 millones, lo que supuso un ahorro de unos 700 millones.
El coste total de desarrollo del proyecto Liza, incluida la fase 1, se estima en 21.800 millones de dólares. Se calcula que el proyecto Payara costará unos 9.000 millones de dólares. ExxonMobil espera que los cinco restantes, Yellowtail, Uaru, Whiptail, Longtail y un proyecto de conversión de gas en energía, estén operativos en los próximos años. ExxonMobil espera que el proyecto Yellowtail comience a producir en agosto de este año.
Ante reclamos de voces contrarias al Acuerdo de Reparto de la Producción, el gobierno de Guyana apela a la “santidad del contrato” alegando que cambiar estos términos afectaría la credibilidad de Guyana ante inversores. Ante esto, tanto las tasas de ganancias como la falta de cláusulas de delimitación, permanecen. Por demás, el gobierno argumenta que un incremento en los precios del petróleo garantizaría mayores ganancias, por lo que a largo plazo supuestamente supondría más recuperación de los costos de producción.