ExxonMobil espera que el proyecto Yellowtail comience la producción de crudo en agosto, según lo anunció el presidente de ExxonMobil Guyana Alistair Routledge, en un panel en la Conferencia de Tecnología en Alta Mar celebrada esta semana en Houston, Texas, Estados Unidos.
Este anuncio le sigue a la llegada del buque FPSO OneGuyana en abril al Bloque Stabroek, destinado precisamente a la explotación en el proyecto Yellowtail. Su incorporación supondría un aumento de la explotación inicialmente en 250 000 barriles, lo que elevará la producción total diaria a 900.000 barriles. En un primer anuncio, el inicio de producción estaba programado para finales de 2025.
Routledge también afirmó que la producción de crudo alcanzó la semana pasada los 668.000 barriles diarios en tres explotaciones marinas.
El gobierno de Venezuela rechazó el anuncio de la llegada del FPSO OneGuyana, y argumentó en comunicado oficial que: “Esta maniobra, impulsada por el Gobierno de Guyana en alianza con ExxonMobil, constituye una violación a principios fundamentales del Derecho Internacional, que obligan a abstenerse de adoptar medidas unilaterales en zonas sin delimitación acordada. Al persistir en esta conducta, Guyana demuestra un abierto desprecio por la legalidad internacional y por los compromisos asumidos en el Acuerdo de Argyle de 2023, poniendo en riesgo la paz y la estabilidad regional de forma temeraria. Venezuela no reconoce concesión alguna otorgada en dicho espacio y advierte a las empresas involucradas que podrán ser objeto de acciones legales, y que no se les reconocerá derecho alguno sobre los recursos explotados ilícitamente.”
Un disputa pendiente
Este anuncio se da en un momento de escalada de tensiones entre Guyana y Venezuela, ante la disputa territorial sin resolver sobre la región de la Guayana Esequiba. Venezuela mantiene el reclamo de sus derechos históricos sobre la zona que se extiende por 159.500 kilómetros al oeste del río Esequibo y que le fue arrebatada mediante el fraudulento Laudo Arbitral de 1899.
Ambas naciones junto a Reino Unido firmaron el Acuerdo de Ginebra en 1966, en el que se establecen los mecanismos para la resolución conjunta y pacífica de esta disputa, además de fundamentarse en el artículo 33 de la Carta de Naciones Unidas. La tensión surge, principalmente, luego de que Guyana acudiera unilateralmente a la Corte Internacional de Justicia para la resolución del conflicto, alegando la caducidad del Acuerdo de Ginebra, cuando en realidad el acuerdo sigue vigente mientras la disputa continúe irresuelta. Guyana presentó el caso en 2018, un año antes de que ExxonMobil comenzara la explotación de los pozos descubiertos en 2015 en el Bloque Stabroek, en aguas por delimitar. La reserva estimada es de 11.6 billones de barriles de petróleo.
Venezuela considera estos actos como violatorios del derecho internacional. En diciembre de 2023, la nación bolivariana condujo un referéndum sobre el territorio en cuestión, la Guayana Esequiba. Por mayoritaria aprobación popular, los venezolanos y venezolanas decidieron incluir la región en su mapa, lo que reviste a la Guayana Esequiba en condición de estado. De esta forma, Venezuela celebrará elecciones de gobernadores y diputados el próximo 25 de mayo que incluyen a dicho territorio.
Ambas naciones son firmantes del Acuerdo de Argyle, también en diciembre de 2023, en el que acceden a no escalar tensiones ni llevar a cabo acciones que puedan considerarse como escaladas en territorio en disputa. No obstante este compromiso, Guyana no solo mantiene la explotación de recursos en aguas y territorio por delimitar, sino que lo incrementa.