Primero el hambre, luego la ganancia
Un negocio lucrativo es presentado como plan respaldado por Estados Unidos y contempla la participación de empresas de seguridad privada en la distribución de ayuda humanitaria en Gaza. Ha generado controversia y críticas por parte de organizaciones internacionales y agencias humanitarias.
¿En qué consiste el plan?
El plan parecido a un negocio, promovido por la administración Trump, propone establecer centros de distribución de ayuda en el sur de Gaza, denominados «Sitios de Distribución Segura».
Estos centros estarían protegidos por contratistas militares privados estadounidenses y coordinados con el gobierno israelí y una ONG suiza llamada Gaza Humanitarian Foundation (GHF).
El objetivo según dicen, es evitar que la ayuda caiga en manos de Hamás, organización que, en la narrativa de Estados Unidos e Israel, ha desviado recursos humanitarios en el pasado.
GHF, integrada por contratistas de seguridad estadounidenses, exmilitares y funcionarios de ayuda humanitaria, planea establecer cuatro centros de distribución que atenderían a aproximadamente 300.000 personas cada uno, con la intención de ampliar la cobertura a dos millones de personas. La seguridad de estos centros estaría a cargo de empresas privadas.
Críticas y preocupaciones

Diversas agencias de la ONU y organizaciones humanitarias han expresado su preocupación por este plan. Argumentan que la participación de empresas privadas en la distribución de ayuda podría comprometer los principios de neutralidad e independencia humanitaria.
Asimismo, temen que la centralización de la distribución en estos centros pueda dificultar el acceso a la ayuda para personas vulnerables, como niños, ancianos y enfermos, especialmente si deben desplazarse largas distancias.
El embajador de Estados Unidos en Israel, Mike Huckabee, afirmó que Israel no participará directamente en la distribución de la ayuda, pero su ejército garantizará la seguridad perimetral de la operación. Además, señaló que ni Israel ni Hamás intervendrán en la entrega, alegando que esta última organización roba y revende la ayuda para financiar armas.
¿Qué empresas están involucradas?
Una de las empresas que busca participar en este plan es Global Delivery Company (GDC), dirigida por el empresario israelí-estadounidense Moti Kahana. Kahana ha propuesto la creación de «burbujas humanitarias», zonas seguras dentro de Gaza donde se distribuiría la ayuda bajo la protección de contratistas de seguridad.
Estas zonas contarían con servicios básicos como panaderías y guarderías. Kahana ha enfatizado que su equipo está compuesto por excombatientes de unidades de élite de Estados Unidos, Reino Unido y Francia, y que su objetivo es garantizar la seguridad de la distribución sin involucrarse en operaciones militares.