Estados Unidos ha superado la barrera de los 1.000 casos confirmados de sarampión en 2025, con un total de 1.024 casos reportados en 31 jurisdicciones, incluyendo estados clave como California, Florida, Texas, Nueva York, Illinois y Georgia, según informaron las autoridades sanitarias nacionales.
Este repunte, que incluye 14 brotes activos definidos como tres o más casos relacionados, ha provocado 128 hospitalizaciones y al menos tres muertes, todas en personas no vacunadas. El sarampión, declarado erradicado en EEUU en el año 2000, resurge con fuerza en un contexto donde el 96 % de los afectados no están vacunados o su estado de vacunación es desconocido, y solo un pequeño porcentaje recibió alguna dosis de la vacuna triple viral (MMR), señala Telesur.
Los datos demográficos revelan que el 68 % de los casos corresponde a menores de 19 años, con especial vulnerabilidad en niños menores de cinco años, quienes representan el 30 % de los casos y concentran la mayor tasa de hospitalización (23 %).
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) subrayan que el sarampión es una enfermedad viral altamente contagiosa, cuya reaparición representa un serio retroceso en la salud pública estadounidense, exacerbado por la desinformación y la desigualdad en el sistema sanitario y las tendencias antivacuna, que proliferan en redes.