En la reciente reunión del presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa con su homólogo estadounidense Donald Trump, no se logró un acuerdo comercial concreto que exonere de aranceles a la nación con el mayor PIB del continente africano, que desde hace 1 mes le ha tocado pagar un arancel del 10% a todos los productos que exporte a los EE.UU. a pesar que la ley de Crecimiento y Oportunidades para África (AGOA) sigue “vigente” hasta septiembre del 2025.
Sudáfrica calificó para beneficiarse de la ley AGOA, por cumplir con los requisitos establecidos por La Oficina de Representación Comercial de los Estados Unidos (USTR) por sus siglas en inglés, cual coordina la política comercial y de inversión de Estados Unidos para los 49 países del África Subsahariana.

La ley estadounidense AGOA ofrece a los países del África subsahariana, acceso libre de aranceles al mercado estadounidense para más de 1800 productos, además de los más de 5000 productos que pueden acceder libre de aranceles en virtud del Sistema Generalizado de Preferencias (SGP), siempre y cuando estos países cumplan con los requisitos para calificar
¿Cuáles son esos requisitos?
pPara que los países del África subsahariana se puedan beneficiar de la ley AGOA, deben cumplir con rigurosos requisitos, como establecer o avanzar hacia una economía de mercado, demás cumplir con el Estado de derecho, el pluralismo político. Además, deben eliminar las barreras al comercio y la inversión estadounidenses, implementar políticas para reducir la pobreza, combatir la corrupción y proteger los derechos humanos, siempre y cuando no afecte la política exterior de los Estados Unidos.
Por eso vemos que países que se han independizado del control político neocolonial de occidente para la (USTR), no califican para ser benefactor de la ley (AGOA), como lo son Mali, Burkina Faso, Níger, la República Centro Africana, Etiopia, Gabón, entre otros.
Pero el valiente paso humanista de Sudáfrica, en solidaridad con el pueblo palestino, al denunciar ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), el genocidio cometido por Israel en la Franja de Gaza, y la reforma agraria que de manera soberana se aprobó en el congreso sudafricano, ha ocasionado que el Departamento de Estado estadounidense y el presidente Donal Trump, vulnere las relaciones bilaterales con Pretoria, por no respetar los intereses de los Estados Unidos, que es aliado de Israel.

A raíz de esta diferencia de poder, en marzo pasado Washington, expulsó al embajador sudafricano, Ebrahim Rasool, y su designación como persona ‘non grata’ por haber criticado la política exterior de Trump, quien ha apoyado el genocidio en Gaza. Tal vez esta medida ha sido una justificación para que no se garantice en los últimos meses la ley AGOA con Sudáfrica.
¿Cuándo surgió la ley AGOA?
Es una ley comercial estadounidense promulgada el 18 de mayo de 2000 como Ley Pública 106 del 2000, por el congreso estadounidense y se ha renovado en diversas ocasiones, en la administración de George Bush, se renovó en 2004 hasta el 2015, tras vencerse su periodo de vigencia, también el gobierno de Barack Obama la renovó en junio del 2015, por 10 años más hasta septiembre del 2025.

A pesar que en Washington se ha hablado mucho sobre la ayuda que la ley AGOA brinda a los países del África Subsahariana, por permitir acceder al mercado estadounidense, existe la sensación de AGOA nunca ha cumplido su promesa de impulsar las exportaciones africanas y recientemente tras los reciente aranceles de Trump a diversos países del continente africano, priva más que esto suceda.
Según analistas de Renaissance Capital África, con o sin la AGOA, Estados Unidos no es un mercado de exportación clave para la gran mayoría de los países africanos, citaron como ejemplo que Estados Unidos importó solo 39 000 millones de dólares en bienes en 2024 a los 54 países de África, un 11,9 % más que en 2023 “que es aproximadamente lo que importa a México o Canadá en poco más de un mes”.

Los analistas afirmaron que los países africanos tendrían que colaborar para mitigar los peores impactos de esta drástica política económica de aranceles, según Hannah Ryder, fundadora de Development Reimagined “ningún país africano debería acercarse a Estados Unidos por sí solo sin esa coordinación previa”.
A esta opinión de acercamiento comercial africano con los Estados Unidos se sumó el exministro de obras públicas de Liberia, W. Gyude Moore, quien afirmó que «África, como unidad, debería proponer un acuerdo utilizando la reautorización de la AGOA como vehículo”.
De hecho, los países africanos con mayor porcentaje arancelario impuesto por Washington son Lesoto con 50%, Madagascar 47%, Botsuana 37%, Angola 32% y Sudáfrica con 30%, este último país tras negociaciones quedó los aranceles en un 10%. Ahora con el reciente cierre de la USAID que era uno de los financistas de la ley AGOA y la política arancelaria de Trump se ha dejado en duda a que el congreso renueve dicha ley en septiembre.