La contundente derrota de Manuel Rosales en las elecciones regionales del pasado 25 de mayo ha dejado un clima de absoluto hermetismo en las filas del exgobernador y su partido Un Nuevo Tiempo (UNT). A más de 24 horas de confirmados los resultados, ni Rosales ni representantes de la Gobernación del Zulia han emitido declaraciones oficiales.
El silencio se ha apoderado del Palacio de los Cóndores, donde antes se anticipaba una celebración de reelección.
Trascendió la orden de asistir solo a los jefes de la distintas unidades de la gobernación y otros han comenzado a preparar sus memorias y cuenta para hacer entrega del gobierno.
«Nos mandaron a quedar en casa y solo van los jefes el día de hoy» afirmó una fuente que pidió no ser identificada.
Otro miembro afirmó que reina el desconcierto porque se les había dicho que «ganarían seguro e incluso habrían copiando el formato de 1×10 que el chavismo creó».

Mientras la ciudadanía se pregunta sobre los próximos pasos de quien fuera una figura dominante en la política regional por más de dos décadas, las críticas y los análisis no han tardado en llegar, especialmente desde sectores opositores que no avalaron la participación en el proceso electoral.
Uno de ellos es el profesor Óscar Bianchi, miembro en el exilio del directorio regional del Partido Centro Democrático (PCD), quien ha analizado la derrota de Rosales con contundencia. “En política está demostrado que los liderazgos no son eternos. Son producto de las circunstancias y la emoción o sentimientos del momento”, afirmó en declaraciones exclusivas.
Bianchi sostiene que Rosales ha sabido capitalizar las crisis internas de otros partidos, como Acción Democrática, y divisiones dentro del PSUV-Zulia, como el conocido quiebre entre Omar Prieto y Willy Casanova. Rosales se benefició de ese vacío temporal”, puntualizó.
Sin embargo, esa estrategia parece haber alcanzado su límite. El profesor recuerda que ya en 2024 el voto en la tarjeta de UNT apenas superó los 126 mil sufragios. “Ese es el conglomerado que le queda a UNT. Los arraigados al partido votan por su tarjeta, y eso fue lo que obtuvo. Los demás votos en elecciones pasadas venían de amigos o de personas sin otra opción electoral”.
Los cuestionamientos al liderazgo de Rosales también se reflejan en encuestas. En marzo, Meganálisis reportó un rechazo del 85,4 % hacia el dirigente zuliano. Según su director, Rubén Chirinos Leáñez, Rosales era percibido como “un político en el cual no se puede confiar».
En ese contexto, Bianchi concluye con una reflexión categórica: “Si Rosales contara con un gran liderazgo, hubiera movido masas para esta elección. No importa quién llamara a no participar».
Mientras tanto, el Zulia espera algún pronunciamiento por parte del derrotado exgobernador. Pero hasta ahora, el mutismo domina el ambiente político regional, y la incertidumbre crece entre los simpatizantes de UNT.
Chavismo lo dio vuelta
Los que si tienen mucho que decir son los miembros del partido Ganador PSUV. El nuevo gobernador del Zulia reafirmó en sus propuestas su compromiso con el desarrollo del estado.
Luis Caldera buscará consolidar el modelo bolivariano con énfasis en la inversión pública y el fortalecimiento de la relación con el gobierno central.
Tras su victoria, Caldera expresó su compromiso con la transformación del Zulia, destacando la importancia de la unidad y la participación ciudadana. En sus redes sociales, compartió imágenes votando junto a su familia, enfatizando la solidaridad y el civismo de los zulianos.
Con su elección, Luis Caldera asume la responsabilidad de liderar el estado Zulia, enfrentando desafíos económicos y sociales, y con la expectativa de cumplir con las promesas realizadas durante su campaña.