Revelan detalles del macabro hallazgo de huesos humanos enterrados en la casa de Buenos Aires donde vivió Gustavo Cerati.
En el inmueble, ubicado en la Avenida Congreso 3742 del barrio Coghlan, unos obreros encontraron los restos mortales, y de inmediato se detuvo la construcción del edificio en el espacio que un día ocupó una casa de dos plantas.
En ese inmueble residió entre los años 2001 y 2003 el músico y productor discográfico argentino Gustavo Cerati, líder de la banda de rock Soda Stereo.
El descubrimiento salió a la luz cuando los obreros excavaban junto a una de las medianeras y «se desprendió un trozo de tierra de la casa lindera y quedaron a simple vista restos óseos humanos».
Ahora, los indicios apuntan a que el cuerpo habría sido enterrado en la década de los 90, informa La Nación.
La investigación establece una posible la fecha del fallecimiento, y ahora se trabaja en identificar a la persona enterrada y reconstruir las circunstancias de su muerte.
Lo que dicen los huesos humanos

«Por el momento no se pudo determinar el sexo. Se sabe que se trataba de una persona joven, menor de 30 años y de una contextura física grande. Por ciertos elementos que fueron levantados en el lugar, como puede ser ropa, todo hace suponer que el cuerpo habría sido enterrado en los años 90″, relataron fuentes judiciales.
Los huesos se encontraron el 20 de mayo, lo que provocó la inmediata suspensión de la obra para llevar a cabo el levantamiento de los restos y la búsqueda de evidencia asociada y otros elementos de interés para la causa.
Los futuros análisis intentarán revelar más elementos para determinar quién fue enterrado allí y si su muerte se produjo de manera natural o violenta.
Así, se espera que se pueda especificar el sexo, un rango concreto de edad, su estatura, lesiones y enfermedades, así como extraer ADN para un futuro cotejo, arrojando algo de luz a este extraño suceso.
La historia de la casa de Cerati

El inmueble había sido propiedad de la artista Marina Olmi, hermana del actor Boy Olmi, quien lo había comprado hace unos 30 años al hijo de una mujer alemana, Olga Schuddekopf. Antes había sido un geriátrico y más antiguamente una capilla.
Entre los años 2001 y 2003 se lo alquiló a Gustavo Cerati, quien lo utilizó como punto de encuentro con otros artistas.