El huracán Erick, que tocó tierra el pasado jueves en el sur de México como categoría 3, dejó un saldo de un menor fallecido y daños materiales significativos, principalmente en los estados de Oaxaca y Guerrero, informaron este viernes las autoridades mexicanas.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, detalló en su conferencia matutina que el único fallecimiento se produjo cuando un niño atravesó una zona con corriente de agua, y que el gobierno está brindando apoyo a la familia afectada en Guerrero. Afortunadamente, no se reportan otras pérdidas humanas, aunque los daños materiales son considerables, señala EFE.
Erick alcanzó en el Pacífico la categoría 4, siendo catalogado como un ciclón muy peligroso, pero tras tocar tierra se debilitó rápidamente y actualmente se reporta como remanente, aunque continúa generando fuertes lluvias en el sur del país.
Laura Velázquez, coordinadora nacional de Protección Civil, informó que el huracán causó daños en la infraestructura eléctrica, con caída de postes y transformadores, voladuras de techos de láminas en viviendas y caída de árboles. En Oaxaca, nueve municipios sufrieron afectaciones directas, con más de 276.000 personas afectadas por cortes en el suministro eléctrico, además de daños en vías de comunicación y telefonía celular, cuyos servicios ya están siendo restablecidos.
En Guerrero, se reportaron daños en 55 viviendas, cuatro socavones, caída de 150 árboles y el desbordamiento del Arroyo El Mesón. En Oaxaca, se registraron 70 viviendas afectadas, nueve derrumbes carreteros, nueve árboles caídos y crecidas en los ríos Ixtepec y de los Perros.
El secretario de la Defensa Nacional, Ricardo Trevilla Trejo, destacó que 1.591 personas en Guerrero y 210 en Oaxaca fueron alojadas en albergues para protegerlas de la emergencia. La presidenta Sheinbaum anunció que se trasladará a las zonas más afectadas de Oaxaca para coordinar personalmente los esfuerzos de recuperación y atención.
En total, el gobierno movilizó a 34.400 servidores públicos para atender la emergencia, en un esfuerzo que refleja la prioridad del Estado para proteger a las comunidades vulnerables y restablecer los servicios esenciales tras el primer huracán de la temporada en el Pacífico mexicano.
