1. No hay daño irreversible en Fordow, según IRIB.
2. Fueron atacados los puntos de acceso, según reportan hasta ahora fuentes en Irán.
3. Todavía no ha salido nada detallado de Natanz o Isfahan.
4. Los mensajes que manda EEUU en este momento a través de intermediarios es que no van a realizar más acciones militares y que es hora de negociar.
5. EEUU atacó a Irán y se involucró explícitamente en la guerra, pero manda un mensaje así de ambiguo. Así no actúa una superpotencia creíble. Que hace una semanas dilapidó lo que podía tener de verosimilitud, ya no digamos vigencia, el peso de su palabra para cualquier compromiso.
6. Una inconsistencia estratégica de esta magnitud va a reverberar con consecuencias a corto, mediano y largo plazo.
7. Tu pana Kissinger sentenció que en un conflicto entre una superpotencia y un poder menor, si la superpotencia no cumple con el objetivo estratégico, perdió. Y ya esto pasó en Yemen. Qué queda para este escenario
8. Trump dio este paso -sin medir las consecuencias externas- para apaciguar las demandas internas de las dos principales tendencias ante esta coyuntura: la facción MAGA que se opone a una nueva aventura militar y a la neocon, complaciendo a neocons, sionistas y regalándole los últimos dos minutos de existencia al kundalini de Lindsay Graham. Al lanzar para todos lados a la vez, deja suficientes flancos descubiertos. No se va a notar ahorita, pero veamos esa cohesión interna de aquí a un par de semanas cuando cumplir las promesas electorales de unos es incumplir la de los otros.
9. Tanto israelí como gringo, ha habido un constante error de cálculo respecto al hacia qué consecuencias esperadas conducen estas operaciones. Israel esperaba que con un solo golpe ganaba; EEUU con lo que hizo va a llevar a alguien a negociar. El primer resultado no se dio, el segundo tampoco se va a dar.
10. Salvo la condena de Thomas Massie, el único genuino en esa constelación de 500 y tantos cretinos legislativos en el Congreso, todos los rechazos y denuncias del ataque por no haber tenido aprobación del congreso es el ciclo de lavadora habitual de los últimos 25 años, y no tiene valor tangible sobre los eventos que pueden desencadenarse a partir de ahora. Que definan los ataques como «contenidos» pudiera ser -pudiera ser- una pésima señal para Israel. De cualquier forma, la disonancia acostumbrada entre el mensaje «diplomático» y las amenazas de Trump, dejan demasiado espacio de por medio.
La bruma de la guerra está al 100 en este momento. El tema no es que haya un punto de quiebre, sino su verdadero rumbo y contenido. Forzar una victoria no es obtenerla.
Aflojen, que vienen capítulos aún más alocados.
- @misionverdad •
Autor: Diego Sequera
Analista Político Internacional
