Uno de los incendios más peligrosos se desató en el distrito de Osmangazi, en la provincia noroccidental de Bursa. Impulsado por fuertes vientos, las llamas se propagaron rápidamente desde las zonas boscosas a las zonas residenciales cercanas.

Con temperaturas que alcanzaron los 41 grados Celsius, los aldeanos fueron evacuados entre lágrimas, presas del pánico, a medida que el incendio se acercaba a sus hogares. Los equipos de rescate se lanzaron a rescatar a los agricultores que quedaron atrapados con sus tractores en medio de las llamas.
El incendio alcanzó varios jardines, provocando pánico y cinco casas fueron evacuadas, informaron medios locales.
Las autoridades locales informaron que las ráfagas de viento y las altas temperaturas contribuyeron a la rápida propagación, y que las piñas actuaron como portadoras del fuego, impulsando las brasas a lugares distantes. Horas después, los equipos declararon haber controlado el incendio en gran medida.
Otro gran incendio se desató en el distrito de Alanya, en la provincia mediterránea de Antalya, al que los equipos de extinción de incendios respondieron tanto desde el aire como desde tierra, desplegando varios helicópteros, camiones de bomberos y docenas de trabajadores.
Sin embargo, los esfuerzos se vieron obstaculizados por fuertes vientos intermitentes. Aunque la zona está escasamente poblada, las autoridades continúan monitoreando de cerca el incendio.