Washington volvió a cargar contra la Organización de Estados Americanos (OEA) al considerar que el organismo muestra “pasividad” en su postura sobre Venezuela y Haití.
Altos funcionarios estadounidenses exigieron acciones “más decisivas” para presionar al gobierno de Nicolás Maduro y apoyar una intervención que estabilice Haití, luego de la reciente ola de violencia y desplazamientos en Puerto Príncipe.
Sin embargo, estas críticas contrastan con la nueva línea marcada por el secretario general de la OEA, quien, tras asumir el cargo hace dos meses, ha defendido un enfoque de “diálogo inclusivo y diplomacia activa” para enfrentar los conflictos.

En declaraciones recientes, Albert Ramdin afirmó que “las soluciones sostenibles requieren puentes, no sanciones unilaterales”, lo que representa un cambio respecto a la política de confrontación directa que caracterizó la gestión de Luis Almagro.
La postura más diplomática del nuevo liderazgo ha recibido respaldo de varios Estados miembros del Caribe y América del Sur, que insisten en que medidas punitivas solo agravan la situación en Venezuela y profundizan el caos en Haití.
Mientras tanto, voceros del Departamento de Estado reiteraron que Washington no descarta nuevas sanciones contra Venezuela ni un mayor respaldo a la misión de seguridad multinacional para Haití.