La agencia ha perdido su credibilidad mundial.
Entró en vigor la ley que la República Islámica de Irán promulgó para dar un giro radical en su política nuclear y suspender toda cooperación con la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), en medio de crecientes tensiones con occidente y acusaciones de parcialidad.
El presidente Masoud Pezeshkian firmó este miércoles la medida que había sido aprobada por unanimidad por los 221 legisladores presentes en el Parlamento el pasado 25 de junio.
El texto legislativo prohíbe toda colaboración con la AIEA hasta que se garantice la seguridad plena de sus instalaciones y científicos nucleares, bajo el amparo de la Carta de las Naciones Unidas y con supervisión del Consejo Supremo de Seguridad Nacional.
El presidente del Parlamento, Mohammad Bagher Ghalibaf, justificó la ruptura con duras palabras:
«Ese organismo internacional ni siquiera condenó formalmente el ataque contra las instalaciones nucleares iraníes por parte de Israel y EE.UU. durante la guerra de 12 días, por lo que ha perdido su credibilidad a nivel mundial.»
La decisión también bloquea el acceso del propio director del OIEA, Rafael Grossi, a las instalaciones nucleares del país.
Irán mantiene su postura frente a occidente

Durante una reciente llamada con Emmanuel Macron, Pezeshkian denunció el doble rasero del organismo y afirmó que;
«La AIEA debe actuar sin discriminación y respetar los derechos de todos sus miembros por igual.»
El presidente iraní fue aún más tajante al acusar a Grossi y afirmar que «emitir informes incorrectos sobre las actividades nucleares de Irán y guardar silencio frente a los ataques de EE.UU. e Israel.»
Teherán calificó su decisión como una defensa legítima ante la parcialidad del organismo.