La cumbre presidencial del Mercosur en Buenos Aires puso al descubierto fuertes tensiones ideológicas, al mismo tiempo que el bloque logra avances significativos en materia de comercio internacional, según distintos líderes y acuerdos recientes.
El presidente argentino Javier Milei llamó a “dejar de pensar [al Mercosur] como un escudo que nos proteja del mundo y (…) comenzar a pensarlo como una lanza que nos permita penetrar en los mercados internacionales”.
Por su parte, Luiz Inácio Lula da Silva, quien asumió la presidencia pro tempore, defendió el bloque como “refugio” frente a un mundo global cada vez más “inestable y amenazante”.
Acuerdos económicos: EFTA y Asia
La cumbre también vio la firma de un acuerdo de libre comercio con la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA) —que incluye Islandia, Noruega, Suiza y Liechtenstein—, eliminando aranceles para productos clave como la carne sudamericana y el chocolate suizo.
Paralelamente, Lula insistió en reforzar vínculos estratégicos con Asia, calificando a esa región como el “centro dinámico” de la economía global, incluyendo países como Japón, China, Corea del Sur, India, Vietnam e Indonesia.
La cumbre del Mercosur evidenció una dualidad marcada: tensiones políticas internas entre Argentina y Brasil, y el impulso concreto de agendas externas enfocadas en la expansión comercial. Mientras Milei apuesta por una apertura unilateral hacia EE. UU., Lula prioriza la integración regional, alianzas con Asia y un perfil ambiental y social. En paralelo, el acuerdo con EFTA y la estrategia hacia Asia consolidan una mirada pragmática y estratégica para la próxima etapa del bloque.
La cumbre del Mercosur evidenció una dualidad marcada: tensiones políticas internas entre Argentina y Brasil, y el impulso concreto de agendas externas enfocadas en la expansión comercial. Mientras Milei apuesta por una apertura unilateral hacia EE. UU., Lula prioriza la integración regional, alianzas con Asia y un perfil ambiental y social. En paralelo, el acuerdo con EFTA y la estrategia hacia Asia consolidan una mirada pragmática y estratégica para la próxima etapa del bloque.

En una decisión interpretada como un gesto político, Lula optó por visitar a Cristina Fernández de Kirchner, ex presidenta argentina, ahora en arresto domiciliario, en vez de sostener una reunión bilateral con Milei.
La cumbre del Mercosur evidenció una dualidad marcada: tensiones políticas internas entre Argentina y Brasil, y el impulso concreto de agendas externas enfocadas en la expansión comercial. Mientras Milei apuesta por una apertura unilateral hacia EE. UU., Lula prioriza la integración regional, alianzas con Asia y un perfil ambiental y social.
En paralelo, el acuerdo con EFTA y la estrategia hacia Asia consolidan una mirada pragmática y estratégica para la próxima etapa del bloque.