En un acto cargado de simbolismo político y patriotismo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este viernes su ambicioso paquete de recortes fiscales y al gasto público, consolidando una de las piezas clave de su segundo mandato.
La ceremonia tuvo lugar durante el tradicional picnic del Día de la Independencia, justo frente a la Casa Blanca. Acompañado por miembros de su gabinete y un sólido grupo de legisladores republicanos, Trump convirtió la celebración nacional en el escenario perfecto para subrayar lo que describió como una «victoria legislativa histórica».
El mandatario estampó su firma sobre la ley —valorada en varios billones de dólares— en un escritorio especialmente dispuesto sobre el camino de entrada de la Casa Blanca. Luego, con teatralidad, golpeó un mazo que le obsequió el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, el mismo que se usó durante la aprobación final del proyecto el día anterior.
Trump no perdió tiempo.

“Estados Unidos está ganando, ganando, ganando como nunca antes”, exclamó Trump, rodeado de banderas, música patriótica y sobrevuelos de aviones de combate y bombarderos furtivos.
El presidente vinculó incluso la celebración con recientes acciones militares. “Promesas hechas, promesas cumplidas y las hemos cumplido”, dijo en alusión a los bombardeos del mes pasado contra el programa nuclear de Irán, conmemorados simbólicamente durante el evento por el espectáculo aéreo.
La aprobación del paquete, que se dio gracias a una movilización casi unánime del Partido Republicano, representa uno de los mayores logros legislativos de Trump en este segundo mandato.
A pesar de los múltiples obstáculos en el camino, el mandatario logró que el Congreso enviara el proyecto de ley a su escritorio justo a tiempo para el 4 de julio, fecha que él mismo había marcado como límite.
Con esta ley, la administración Trump busca reducir drásticamente impuestos y recortar el gasto federal en múltiples áreas, reforzando su enfoque de “Estados Unidos primero” y dejando claro que su agenda económica sigue adelante sin concesiones.