ICE duplicará agentes y abrirá más centros de detención
Estados Unidos se prepara para una de las mayores oleadas de represión migratoria en su historia reciente, luego de que el Congreso —con mayoría republicana— aprobara una ley presupuestaria sin precedentes que canaliza más de US$150.000 millones a la maquinaria migratoria del presidente Donald Trump.
La nueva legislación, calificada por analistas como la más agresiva en décadas, financiará los planes de deportación masiva impulsados por la administración. “La aplicación de las leyes de inmigración en EE.UU. se encamina hacia su expansión más drástica en décadas”, advirtieron los autores del informe.
Los fondos robustecerán al Departamento de Seguridad Nacional (DHS), en especial al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), quienes verán duplicada su plantilla y abrirán nuevos centros de detención en todo el país.
La medida llega en medio de una nueva ofensiva republicana en año electoral, mientras imágenes como la de un migrante detenido dentro del juzgado Federal Plaza en Nueva York sacuden a la opinión pública. Grupos de derechos humanos ya han comenzado a denunciar lo que consideran una política de “persecución masiva institucionalizada”.
La Casa Blanca aún no ha detallado los plazos de ejecución, pero funcionarios cercanos a la operación han confirmado que se trata de un “cambio estructural en la forma de aplicar la ley migratoria”.