Donald Trump, encendió la mecha de una nueva escalada económica este lunes al anunciar el envío oficial de cartas de advertencia arancelaria a más de una docena de países, marcando el inicio de una carrera contrarreloj para evitar la imposición de tarifas masivas a partir del 1 de agosto.
«A partir de las 12:00 del mediodía, empezarán a salir las cartas», declaró Trump en Truth Social, dejando claro que la paciencia estadounidense ha llegado a su fin.

La medida, que reactiva las tasas arancelarias suspendidas en abril, afectará a todos los países que no consigan cerrar nuevos acuerdos comerciales con Washington antes del 9 de julio. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, fue categórico: «Si no avanzan las cosas, el 1 de agosto volverán al nivel arancelario del 2 de abril».
Las nuevas tasas podrían alcanzar hasta un 70 % en algunos casos, mientras que aquellos países que se alineen con las políticas de los BRICS recibirán un castigo automático: un arancel adicional del 10 % sin excepciones.
“Es un mensaje claro: quien no esté con nosotros, pagará por ello”, dijo un alto funcionario del Departamento de Comercio bajo condición de anonimato.
Hasta ahora, solo el Reino Unido y Vietnam han logrado acuerdos que los excluyen de estas medidas. Europa y China corren contrarreloj para evitar la tormenta comercial que se avecina.
China reacciona a las cartas

El gobierno chino criticó este lunes 7 de julio de 2025 el uso de aranceles como una “herramienta de coerción y presión” tras la amenaza del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer un arancel adicional del 10 % a los países que se alineen con el bloque de los BRICS, al que calificó de “antiestadounidense”.
“La cooperación entre los países BRICS es abierta e inclusiva y no está dirigida contra ningún país”, afirmó Mao Ning, portavoz de la cancillería china, durante una rueda de prensa.
Además, Mao Ning recalcó que China “siempre se ha opuesto a las guerras arancelarias y comerciales” y que la imposición “arbitraria” de gravámenes no beneficia a ningún país ni a la estabilidad del comercio mundial.
La portavoz dejó claro que la estrategia estadounidense, que apunta a castigar económicamente a las naciones BRICS con un 10 % adicional en aranceles, solo profundiza las tensiones y pone en riesgo un sistema comercial basado en reglas y cooperación internacional.