William Mckinley fue el vigésimo quinto presidente de los Estados Unidos. Se trata de un veterano de la guerra de Secesión, que ejerció el cargo presidencial desde 1897 hasta 1901.
Durante su mandato, Mckinley promovió una política expansionista e imperialista de EEUU. De este modo, anexionó la isla de Hawái ubicada en el Océano Pacífico, invadió la isla de Puerto Rico en el mar Caribe e invadió Guam y Filipinas en el continente asiático.

Su gobierno participó en la guerra de independencia de Cuba contra España con la intención de controlar la isla más grande del Caribe.
Laudo de París
Era mandatario de Estados Unidos cuando se firmó el Laudo Arbitral de Paris en 1899, que despojó ilegítimamente a Venezuela del territorio de la Guayana Esequiba, apoyado por los intereses de Gran Bretaña que no cuestionó las anexiones de McKinley en el Océano Pacifico y el Mar Caribe.

Su política exterior se fundamentó en la Doctrina Monroe, la cual según EEUU América Latina es su «patrio trasero». Con esta premisa, las élites políticas estadounidenses (incluyendo los presidentes de turno) justifican el intervencionismo militar, económico y político en territorios ajenos a los Estados Unidos, para garantizar sus intereses económicos.
El 6 de septiembre de 1901, William Mckinley recibió dos disparos a quemarropa durante la Exposición Panamericana celebrada en Búfalo, Nueva York. Ocho días después falleció.
Este expresidente fue elogiado este lunes por Donald Trump durante su juramentación presidencial, al asegurar que “en poco tiempo estaremos cambiando el nombre del Golfo de México al Golfo de América, y restauraremos el nombre de un gran presidente William Mckinley, al monte Mckinley donde debería estar”.
Con esta medida, Trump reivindica la política imperialista de Mckinley hacia los territorios de América Latina.