Lo que antes era un suburbio rodeado de lagos y montañas, hoy es apodado el “Silicon Valley chino” por su explosivo desarrollo en el campo de la inteligencia artificial (IA).
Se trata de Liangzhu, una tranquila localidad en las afueras de Hangzhou, al este de China, que ha dejado de ser un rincón desconocido para convertirse en el nuevo corazón tecnológico del país.
Atraídas por exenciones fiscales, subsidios locales y un entorno propicio para la innovación, empresas como Alibaba y la emergente DeepSeek fueron pioneras en instalarse en la zona.
Pronto, cientos de startups y jóvenes desarrolladores siguieron el mismo camino. Muchos de ellos, formados en la prestigiosa universidad de Zhejiang, viven y trabajan en comunidad, programando en cafeterías y compartiendo ideas en un ambiente colaborativo.
Liangzhu no solo ofrece tecnología de punta. Su entorno natural, que inspiró a poetas chinos durante siglos, ahora inspira a la nueva generación de innovadores. En la zona ya se habla de los “Seis Tigres de Hangzhou”, un grupo de empresas emergentes que incluye a DeepSeek, Unitree Robotics y Game Science, todas con proyectos de alcance global.
Pese a desafíos como la competencia tecnológica con EE.UU. o dudas de algunos inversores extranjeros, Liangzhu sigue creciendo, liderado por talento joven, apoyo institucional y una visión clara: convertir la inteligencia artificial en motor de desarrollo.