Lula propone una alianza estratégica contra el proteccionismo global.
En el marco del renovado impulso del bloque BRICS, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció que su país «pretende triplicar el flujo comercial con India» en los próximos años, en lo que definió como una estrategia conjunta frente al proteccionismo y el unilateralismo promovido por potencias occidentales.
La declaración se produjo durante la visita oficial del primer ministro indio, Narendra Modi, a Brasilia, tras la clausura de la cumbre BRICS 2025 celebrada en Porto Alegre. Lula enfatizó que «el comercio entre Brasil e India es aún muy limitado», pero tiene un «enorme potencial de crecimiento si logramos avanzar en la eliminación de barreras arancelarias y no arancelarias».
Actualmente, el intercambio bilateral ronda los 12 mil millones de dólares anuales. El nuevo objetivo fijado por Lula busca superar los 35 mil millones de dólares, especialmente en sectores como agroindustria, defensa, energías renovables, tecnología y aeronáutica.
Durante el encuentro bilateral, ambos gobiernos firmaron seis acuerdos estratégicos, incluyendo cooperación en seguridad pública, biocombustibles (etanol), defensa, transformación digital y lucha contra el terrorismo.
Además, se discutió la participación de la brasileña Embraer en el mercado indio, con miras a una posible instalación de plantas de producción en territorio asiático.

Modi respaldó la propuesta, afirmando que “la relación entre India y Brasil puede ser un pilar de desarrollo mutuo en el Sur Global”. También se comprometió a profundizar los lazos con el Mercosur, el bloque sudamericano que actualmente mantiene un acuerdo de preferencias arancelarias con India.
«La asociación entre India y Brasil es un pilar importante de estabilidad y equilibrio, relevante no solo para el Sur Global, sino para todo el mundo.» Precisó
Brasil y los BRICS en curso de colisión con Trump.
El impulso a este eje comercial ocurre en medio de tensiones con Estados Unidos. El presidente Donald Trump, amenazó con imponer un arancel del 10% a productos provenientes de países que “apoyen al bloque de los BRICS liderado por Rusia y China”, en clara alusión a Brasil e India.

Lula fue tajante: “Cuanto más fuertes y unidas estén nuestras economías, más protegidos estaremos contra acciones unilaterales”, afirmó durante la rueda de prensa conjunta.
Asimismo, volvió a insistir en el uso de monedas locales en el comercio bilateral, y en una reforma profunda de las instituciones financieras internacionales. “El FMI y el Banco Mundial necesitan representar la realidad económica del mundo actual”, dijo.
El sector agroalimentario seguirá siendo clave, con exportaciones brasileñas que incluyen aceites vegetales, azúcar, harinas, pescados y frutas amazónicas como el açaí. Pero se apuesta por un salto cualitativo: tecnología, software, aeronaves, componentes industriales y biocombustibles están en el centro de la agenda.
Con este giro estratégico, Brasil e India buscan no solo aumentar su comercio, sino consolidar un nuevo eje económico y geopolítico dentro del BRICS+, donde la cooperación Sur-Sur se perfila como un camino para sortear las tensiones del orden global.