La embajadora de estados Unidos en Guyana, Nicole Theriot, anunció que su país apoyará a la Fuerza de Policía de Guyana (FPG) en reforzar su capacidad, de cara a las elecciones generales del 1° de septiembre.
“Fue simplemente el resultado de una solicitud de las FPG, que nos indicó que necesitaban ayuda y con gusto se las brindamos,” afirmó la embajadora. Según Theriot, se espera que agentes policiales de Las Vegas, Nevada, y Miami Dade, Florida, lleguen a Guyana. La representante diplomática estadounidense añadió que su país enviará 50 observadores a los comicios y asistiría a los “asesores integrados” del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo que fueron investidos en sus roles la pasada semana.
Theriot anunció que su nación financiará dos tercios de la misión de observación electoral de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y la participación del Centro Carter. De acuerdo a la diplomática, los jefes de misión de Reino Unido, Unión Europea y Canadá trabajan de conjunto para garantizar transparencia en los comicios.
“Intentamos asegurarnos de que todos trabajemos juntos para no ser redundantes y con suerte, que todos los centros de votación del país cuenten con observadores internacionales” afirmó.
GECOM, necesitada de “ayudas”
La Comisión Electoral de Guyana, máxima autoridad en procesos comiciales en la nación, carga con el lastre de sus deficiencias que se hicieron evidentes en las pasadas elecciones presidenciales de 2020. El proceso estuvo marcado por recuentos, falta de precisión y claridad en los resultados, así como los cinco meses de retraso de los nombramientos.
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En ese momento, la coalición gobernante, la Alianza por el Cambio (que comprende a APNU y AFC) se presentaron como usurpadores del proceso democrático y Estados Unidos, como el mediador que “salvó” la institucionalidad guyanesa. Vale aclarar que Estados Unidos y otros actores mediaron en el proceso (por ejemplo, a través de sanciones y cancelaciones de visas) a pesar de que el presidente saliente, David A. Granger, anunció que aceptaría las decisiones de las cortes del país.
En términos de estudios políticos, la interferencia de un agente foráneo en elecciones de un país, puede considerarse como partidista, cuando se favorece un candidato o fuerza política, o de proceso, cuando se influye directamente en alguno de los pasos protocolares de la elección.
No obstante, el profesor Dov H. Levin explica que las intervenciones en elecciones se dan en forma conjunta y codificada para perjudicar a un candidato, con financiamiento de la campaña del candidato preferido y hacia el propio proceso eleccionario, entrenamiento de los oficiales locales del partido preferido, así como amenazas de invasión en o de retirar la propia ayuda económica que brinda.
Es preciso ilustrar que para los comicios de 2025, Estados Unidos ya anunció la presencia de efectivos policiales propios en las elecciones guyanesas, el financiamiento del proceso de observación, sancionó a Mohamed Azurdin quien se presenta como contendiente del aspirante a la reelección Irfaan Ali, además de apoyar el escándalo contra su persona pública de supuestos vínculos con tráfico de oro y creando narrativas infundadas de presunta relación con Venezuela.
Otros agentes extranjeros ya acompañan a Estados Unidos en este proceso de intervención aparentemente pasiva en las elecciones. Reino Unido, en mayo pasado, anunció un financiamiento de 750.000 libras esterlinas (el equivalente a unos 997.825,71 dólares), a un proyecto que ejecutará el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en supuesta asistencia a la Comisión Electoral de Guyana (GECOM) para celebrar elecciones que cumplan las normas internacionales. Por su parte, Canadá también anunció su participación en las venideras elecciones presidenciales de Guyana.
Intereses van y vienen
El interés de estos actores internacionales en el proceso que pudiera situar un nuevo presidente en Guyana o garantizar la continuidad de Irfaan Ali, tiene una profunda raíz económica.
Bajo el gobierno de Irfaan Ali, ExxonMobil incrementó su expolio de crudo venezolano en el Bloque Stabroek a más de 650.000 barriles diarios y a pesar de sus promesas de campaña en 2020, ha apelado a la santidad de los contratos para no modificar el Acuerdo de Reparto de la Producción de 2016, a través del que Guyana solo disfruta del 14,5% de las ganancias en comparación con ExxonMobil y socios.
Además, Estados Unidos usa a Guyana como un puerto de guerra proxy contra Venezuela, empleando como excusa la disputa territorial que sostienen ambas naciones sobre la Guayana Esequiba, incontrovertiblemente venezolana.
Canadá y Reino Unido, tienen las mismas intenciones. El país norteño es el mayor socio minero y aurífero de Guyana, con cinco mineras que abarcan proyectos de explotación de 15,5 millones de onzas de oro y licencias a futuro. Reino Unido y la Unión Europea, por su parte, son los mayores receptores del petróleo que Guyana y Estados Unidos usurpan en las aguas por delimitar en el balcón atlántico de la Guayana Esequiba. Todos estos negocios necesitan soporte político y permisibilidad gubernamental.
Mediadores viejos… pero actores nuevos
Si bien el panorama político guyanés ha estado permeado por la polarización entre el PPP/C (de mayoría indo guyanesa) y los partidos miembro de la AFC (de generalidad afro guyanesa) hay nuevos actores que si bien no son contendientes a una mayoría de votos, pueden acaparar franjas que inclinen la balanza y por ende, son voces políticas importantes. Es el caso del propio Mohamed Azurdin con su partido WIN (a pesar de los escándalos de evasión de impuestos y otras narrativas en su contra) así como Amanza Walton Desir, quien renunció a ser la ministra de relaciones exteriores de la oposición (shadow foreign minister) y fundó Forward Guyana, donde han encontrado sitio voces inconformes con el horizonte político. Walton Desir ha acusado al presidente Irfaan Ali de manipular el proceso eleccionario de antemano.
Ante la experiencia de 2020, varias voces políticas del país critican lo acelerado del proceso comicial general, aludiendo a que el 1ro de septiembre como fecha de realización de las elecciones, violenta los tiempos de cada paso protocolar.
También el líder de la oposición parlamentaria, Aubrey Norton, a la cabeza del partido Congreso Nacional del Pueblo, criticó que las autoridades de GECOM desecharan la posibilidad de usar un sistema de impresión dactilar biométrica para la identificación de los votantes bajo la excusa de no tener la experticia para ello. Otra de sus críticas fuertes se refiere a la falta de transparencia del sistema, dado que no existen estudios demográficos recientes que justifique el padrón electoral.
“He escuchado estas preocupaciones de diferentes líderes de la oposición y el guyanés común, cuando habla conmigo, tiene inquietudes al respecto pero les digo que nos reunimos regularmente con la GECOM, el director ejecutivo, los comisionados y la presidenta y, según describieron el proceso, creemos que habrá elecciones libres, justas y transparentes,” afirmó Theriot.