China multiplicó su presencia militar alrededor de Taiwán y en el Mar de China Meridional. Según The Wall Street Journal, las fuerzas chinas están realizando maniobras navales y aéreas «mucho más allá de sus límites tradicionales», incluyendo patrullajes con portaaviones alrededor de Taiwán, lo que Washington considera una “posible práctica para una invasión”.
Japón reportó un incidente cercano entre un avión chino J‑15 y una patrulla aérea japonesa, que se aproximaron a menos de 45 metros, mientras los portaaviones chinos Shandong y Liaoning entraban por primera vez en la zona económica exclusiva japonesa.
El Pentágono exigió aclaraciones formales a Japón y Australia acerca de su posible participación en una confrontación militar con China por Taiwán. El subsecretario de Defensa estadounidense, Elbridge Colby, ha llevado este tema al centro de reuniones con ambos países.
Colby subrayó en un post en X que el Departamento de Defensa busca avanzar en la agenda «America First» fomentando la «disuasión a través del poder» y exigiendo a los aliados mayor gasto militar y cooperación conjunta.
Sin embargo, el gobierno australiano ha declinado comprometer fuerzas por adelantado. El Ministro de Defensa, Pat Conroy, afirmó: “cualquier decisión de ir a la guerra será tomada por el gobierno electo del momento”.
Ejercicios militares masivos y vigilancia china constante
Australia lanzó este lunes el mayor ejercicio militar Talisman Sabre en su historia. El ejercicio comenzó formalmente desde la cubierta de vuelo del HMAS Adelaide en el puerto de Sídney, dando inicio a actividades militares en las que participan 19 naciones y más de 30.000 miembros del servicio en tierra, mar, aire, espacio y ciberespacio. Se anticipa que buques de inteligencia chinos vigilen los ejercicios.
Mientras tanto, Filipinas y Taiwán han ampliado su cooperación, coordinando patrullajes conjuntos en el canal de Bashi y compartiendo observadores militares en ejercicios de seguridad liderados por EE.UU. La medida refleja una reacción estratégica al incremento de presión china en la zona.
Beijing ha criticado estos movimientos aliados, calificándolos de destabilizadores. Durante el Diálogo Shangri-La, el Secretario de Defensa estadounidense Pete Hegseth advirtió que China podría estar “preparándose creíblemente” para una intervención militar sobre Taiwán; en respuesta, China afirmó: “Estados Unidos no debe jugar con fuego” sobre este asunto.
Por su parte, Australia, que mantiene una visita estratégica en curso a China, intenta balancear su enfoque: refuerza vínculos económicos con Beijing mientras realiza ejercicios militares junto a EE.UU., sin comprometer públicamente su respaldo en un posible conflicto.
