Según el propio Halevi, la dimisión ocurrió tras considerar logros recientes del ejército y el avance en la implementación del acuerdo para liberar a los secuestrados, y además solicitó concluir su misión el 6 de marzo de 2025.
A su vez, en el tiempo restante el alto oficial manifestó su disposición a completar las investigaciones necesarias, reforzar la preparación del ejército ante desafíos de seguridad y garantizar una transición exhaustiva y ordenada al próximo jefe del Estado Mayor.
La abdicación de Halevi generó reacciones inmediatas en el ámbito político.