Donald Trump, ha desatado una nueva tormenta judicial al presentar una demanda por difamación contra The Wall Street Journal, su casa matriz Dow Jones & Company, News Corp, el magnate mediático Rupert Murdoch, dos altos ejecutivos y los periodistas Khadeeja Safdar y Joe Palazzolo.
El documento fue presentado el 18 de julio ante el Tribunal Federal del Distrito Sur de Florida y exige una indemnización de al menos 10.000 millones de dólares.
¿Qué dice la demanda de Trump?
El documento judicial de más de 20 páginas acusa al medio de comunicación de haber publicado «afirmaciones falsas, difamatorias y hechas con malicia real» respecto a una supuesta carta que Trump habría enviado al depredador sexual convicto Jeffrey Epstein en 2003.
La misiva, que incluye un dibujo de naturaleza sexual y una dedicatoria con la firma “Donald”, fue exhibida por el WSJ como prueba del vínculo entre ambos.
Trump niega rotundamente haber enviado tal carta, calificándola como “una burda falsificación”, y acusa al periódico de actuar con intención deliberada de dañarlo política y personalmente.
La demanda sostiene que los editores y reporteros sabían que el documento era falso o, al menos, actuaron con “Temerario desprecio por la verdad”, el estándar legal requerido en EE. UU. para probar difamación contra una figura pública.
Trump además alega que esta publicación fue parte de una campaña mediática para desacreditarlo en un momento clave de su gestión y exige no solo compensación monetaria, sino también sanciones ejemplares.
“El demandado publicó estas declaraciones sabiendo que eran falsas, o con una imprudente indiferencia hacia su veracidad, constituyendo difamación por ‘malicia real» Reza el archivo.
Reacción del WSJ y su casa matriz

En respuesta inmediata, un portavoz de Dow Jones declaró que la organización “defenderá vigorosamente su cobertura”, afirmando que confían plenamente en la veracidad, legalidad y rigurosidad periodística del reportaje.
Hasta ahora, The Wall Street Journal no ha emitido una rectificación ni ha retirado el artículo, y mantiene en línea el contenido bajo escrutinio.
Además, Dow Jones señaló que el equipo legal de Trump no cumplió con el requisito legal del estado de Florida de notificar con cinco días de anticipación antes de presentar una demanda por difamación, lo que podría llevar al tribunal a desestimar el caso por razones procesales.
Tras la publicación, Trump vetó a reporteros del WSJ de sus eventos públicos y prohibió su acceso a ruedas de prensa. La Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca (WHCA) denunció estas acciones como un intento de intimidación hacia la prensa.
¿Qué sigue?

El caso fue asignado al juez Darrin Gayles, conocido por manejar litigios complejos y que ya ha presidido causas relacionadas con Trump. Observadores legales afirman que el caso enfrenta obstáculos procesales significativos, especialmente por la falta de aviso previo obligatorio.
Sin embargo, si el juez decide aceptar el caso, este podría sentar un precedente importante sobre los límites de la cobertura periodística y sobre el uso de documentos controvertidos en investigaciones periodísticas.
Esta demanda no solo expone el tenso vínculo entre Trump y los medios tradicionales, sino que también pone a prueba los límites de la Primera Enmienda y de la jurisprudencia de “malicia real” establecida en New York Times vs. Sullivan (1964). En plena contienda electoral, el caso puede tener ramificaciones mediáticas, políticas y judiciales de gran alcance.
¿Será esta una jugada para silenciar al periodismo investigativo o una legítima defensa del honor de un presidente?
El tribunal tendrá la última palabra.