Desde principios de 2025, grandes brotes del virus chikungunya han emergido en islas del Océano Índico como Mayotte, Reunión y Mauricio, con transmisión en países vecinos como Madagascar, Somalia y Kenia, advirtió la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La jefa de la OMS para arbovirus, Diana Rojas, recordó en rueda de prensa que hace 20 años un brote de proporciones epidémicas afectó a casi medio millón de personas en esta misma región, con secuelas de discapacidad prolongada en un 40% de los pacientes y un impacto significativo en la economía local señaló EFE.
El chikungunya, transmitido por el mosquito Aedes —el mismo vector del dengue y la fiebre amarilla—, puede resultar mortal en casos extremos y representa una amenaza para aproximadamente 5.600 millones de personas en zonas donde el virus circula o donde aún no se ha desarrollado inmunidad de grupo. En la isla francesa de Reunión, se estima que una tercera parte de la población ha sido infectada recientemente, mientras que brotes simultáneos se reportan en Sri Lanka, India y Bangladés.
La OMS hizo un llamado urgente a los países afectados y a aquellos donde el mosquito Aedes es endémico, para implementar de inmediato “medidas preventivas concretas que garanticen la detección rápida y el control efectivo” de los brotes, para evitar que la tragedia de hace dos décadas se repita.
La organización recuerda que combatir el chikungunya requiere no solo acciones de salud pública, sino un compromiso integral que incluya apoyo técnico, fortalecimiento institucional, y participación social, aspectos que quedan recogidos en la Iniciativa Mundial sobre Arbovirus liderada por la OMS. Esta incluye protocolos para vigilancia epidemiológica, capacitación en diagnóstico y control de vectores, además de estrategias basadas en evidencia científica para países en riesgo.