Shane Tamura, un hombre con historial psiquiátrico y licencia de investigador privado, protagonizó una masacre en la planta 33 de un edificio icónico de Nueva York antes de quitarse la vida.
Nueva York vivió una tarde de horror este lunes 28 de julio cuando un hombre armado irrumpió en el rascacielos ubicado en el 345 de Park Avenue, en pleno Manhattan, y abrió fuego con un rifle de asalto AR-15 contra varias personas, dejando un saldo trágico de cinco muertos, entre ellos un agente de policía y el propio atacante. Una persona más permanece hospitalizada en estado crítico.
El tirador fue identificado como Shane Tamura, de 27 años, quien había llegado a la ciudad ese mismo día tras un recorrido en automóvil por varios estados desde Nevada, donde tenía residencia y licencia como investigador privado.
Según la comisionada de policía de Nueva York, Jessica Tisch, Tamura tenía “antecedentes documentados de problemas de salud mental”, y en su vehículo fueron hallados medicamentos psiquiátricos, un estuche para rifle, cargadores con municiones y un revólver cargado.
Las impactantes imágenes captadas por las cámaras de seguridad muestran a Tamura ingresando con calma a la planta baja del edificio portando el rifle en su mano derecha. Luego subió hasta la planta 33, donde se encuentran las oficinas de la empresa de gestión inmobiliaria Rudin Management, y desató el tiroteo.
“Estamos trabajando para comprender por qué se dirigió a ese lugar en concreto”, indicó Tisch durante una rueda de prensa. Entre las víctimas se cuentan dos hombres, una mujer, un agente policial, además del propio atacante, quien se suicidó al ser confrontado por la Policía.
Tamura manejó por varios estados.
La tragedia ocurrió alrededor de las 18:30 (hora local). Según las autoridades, Tamura dejó su coche BMW estacionado en doble fila frente al edificio, antes de entrar armado y con chaleco antibalas, según versiones preliminares.
El edificio donde se perpetró el ataque es sede de reconocidas instituciones como la firma de inversiones Blackstone, la National Football League (NFL), una oficina del Bank of America, y consultoras globales como KPMG.
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, confirmó inicialmente que el agresor había sido “neutralizado”, aunque más tarde se informó que se quitó la vida tras el tiroteo. Las autoridades han abierto una investigación para esclarecer los motivos del ataque, aunque hasta ahora no hay indicios de que Tamura actuara con cómplices ni que tuviera vínculos con las víctimas.
Tamura recorrió Colorado, Nebraska, Iowa y Nueva Jersey antes de llegar a Nueva York. Su irrupción en uno de los edificios más emblemáticos del distrito financiero ha despertado serias preguntas sobre los controles a personas con antecedentes de salud mental y la facilidad de acceso a armas de alto poder.
«Tuvimos que atrincherarnos en nuestras oficinas porque no teníamos con qué defendernos», escribió uno de los empleados del edificio en redes sociales.
Este nuevo tiroteo masivo vuelve a encender el debate sobre el control de armas y la salud mental en EE.UU., mientras Manhattan intenta recuperarse de la conmoción causada por una violencia sin sentido en uno de sus centros neurálgicos.
