Gustavo Petro, ha encendido una nueva disputa territorial con Perú al desconocer abiertamente su soberanía sobre la isla Santa Rosa, en medio de crecientes tensiones diplomáticas por este territorio amazónico ubicado en la triple frontera con Brasil.
Durante la ceremonia del Día de la Batalla de Boyacá, celebrada simbólicamente en la ciudad de Leticia, Petro aseguró que “la denominada isla de Santa Rosa, junto con otras formaciones fluviales surgidas en el curso del río Amazonas con posterioridad a la única asignación binacional de islas, no han sido asignadas a ninguna de las dos Repúblicas”.
Y advirtió que “el Perú tiene que responder, responsabilizarse de lo que están haciendo”, dejando claro que su gobierno está dispuesto a llevar el caso ante instancias internacionales si no se abre un diálogo bilateral.
La tensión surgió luego de que Perú aprobara la Ley 32403, que crea el distrito de Santa Rosa de Loreto con capital en dicha isla. Según Bogotá, se trata de una usurpación: “No se ha cumplido el tratado, Perú lo violó”, declaró Petro, en alusión al Tratado Salomón-Lozano de 1922 y el Protocolo de Río de Janeiro de 1934, que definieron los límites entre ambos países pero no contemplaron la soberanía sobre formaciones emergidas después de 1929.
«Colombia no reconoce la soberanía del Perú sobre la denominada isla y desconoce a las autoridades ‘de facto’ impuestas en la zona», afirmó tajante el presidente colombiano, quien además compartió en redes sociales un comunicado de la Cancillería donde se exige aplicar una metodología binacional para determinar la soberanía de nuevas islas surgidas por causas naturales.
Desde Lima, la reacción no se hizo esperar. El Gobierno peruano emitió un comunicado en el que expresó su “más firme y enérgica protesta” frente a las declaraciones de Petro, reafirmando su soberanía sobre la isla Santa Rosa. “Dicha circunscripción territorial se encuentra bajo la soberanía y jurisdicción de nuestro país”, reiteró la Cancillería peruana, citando los acuerdos fronterizos vigentes y más de un siglo de presencia estatal en el lugar.
Mientras tanto, altos funcionarios peruanos, incluyendo el jefe del Gabinete, Eduardo Arana, y efectivos de las Fuerzas Armadas, se trasladaron al lugar para reafirmar la peruanidad de la zona. Desde Tokio, el canciller Elmer Schialer afirmó que la presidenta Dina Boluarte “ha decidido no entrar en un diferendo verbal mediático” y que dejará que “la diplomacia funcione”.
Petro sube el tono
Petro, sin embargo, subió el tono: “¿Nos vamos a una guerra, abandonamos el territorio para las mafias, para que subyuguen a sangre y fuego a la población o llegamos a un acuerdo tripartito?”, cuestionó, llamando también a Brasil a sumarse al diálogo para resolver la soberanía de esta zona estratégica en el corazón del Amazonas.
La disputa por Santa Rosa reabre viejas heridas entre dos naciones que ya han enfrentado conflictos limítrofes en el pasado, y cuyas relaciones podrían verse severamente afectadas si no se encuentran salidas diplomáticas rápidas y eficaces.
