Una investigación publicada por especialistas del Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo de Estados Unidos (NSIDC), reveló que el Ártico experimenta su verano más caluroso antes registrado, con temperaturas de 3 °C superiores al promedio para esta época del año.
Entretanto, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) señala que el Ártico se está calentando a un ritmo más del doble del promedio mundial, lo que contribuye a cambios significativos en la dinámica climática regional, afectando especialmente al Atlántico Norte.
El pasado 5 de agosto, la temperatura superficial del mar en el Atlántico Norte alcanzó los 32,8 °C. La Corriente del Golfo transportó este calor hacia el norte, agravando aún más la pérdida de hielo en el Ártico, representando “una grave amenaza para el hielo marino y el permafrost”, advirtieron los expertos del (NSIDC).
La rápida pérdida de hielo ha generado alarma entre los científicos, mientras que el aumento de calor provocado por fenómenos meteorológicos extremos, está elevando la temperatura de los ríos y acelerando el deshielo.