Donald Trump, confirmó que se reunirá con su homólogo ruso, Vladímir Putin, el próximo 15 de agosto en Alaska, en lo que será el primer encuentro entre ambos líderes desde 2019. Aunque en un momento declaró: «¿Saben? Voy a ver a Putin. Voy a Rusia el viernes», el evento está programado para celebrarse en territorio estadounidense.
Durante una rueda de prensa, Trump elogió la decisión de Putin de viajar a EE.UU.: «Me pareció muy respetuoso que el presidente de Rusia viniera a nuestro país en lugar de que nosotros fuéramos a su país o incluso a un país de terceros».
El mandatario afirmó que el encuentro será una “prueba” para determinar si es posible alcanzar un acuerdo que ponga fin a la guerra en Ucrania. «Creo que tendremos conversaciones constructivas… probablemente en los primeros dos minutos sepa exactamente si se puede llegar a un acuerdo, porque eso es lo que hago, hago tratos», señaló.

Trump indicó que busca organizar una reunión entre Putin y el presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, aunque dejó claro que podría retirarse del proceso si no ve avances: «Puedo irme y decir: ‘¡Buena suerte!’ Y ya está».
Sin embargo, criticó abiertamente la postura de Zelenski frente a la posibilidad de ceder territorios: «Me molestó un poco que Zelenski dijera que debe obtener aprobación constitucional. Tiene la aprobación para ir a la guerra, para matar a todos, pero necesita permiso para hacer un intercambio de tierras». Según Trump, “habrá intercambio de tierras” como parte de cualquier acuerdo con Moscú.
El líder republicano también reveló que los mandatarios europeos están perdiendo interés en seguir financiando la defensa de Ucrania. Afirmó que uno de ellos le dijo que tenía «una sobredosis de intentar asentar a Ucrania», y señaló: «Biden les dio 350.000 millones de dólares, Europa les dio 100.000 millones… ahora quieren volver a construir sus propios países».
Reunión de Trump y Putin sin Zelenski

Trump justificó la ausencia de Zelenski en la reunión de Alaska argumentando que «lleva ahí tres años y medio y no ha pasado nada». Según el presidente, solo considerará su participación en futuras reuniones si primero obtiene resultados en el diálogo con Putin.
La cumbre de Alaska se desarrollará en un lugar con simbolismo histórico: hasta 1867, el territorio perteneció al Imperio ruso y fue vendido a EE.UU. por 7,2 millones de dólares en oro. El encuentro podría marcar un giro importante en la diplomacia sobre Ucrania y en las relaciones entre Washington y Moscú.