En el caso «Russiagate». La directora de Inteligencia Nacional de Estados Unidos, Tulsi Gabbard, ha revelado en su cuenta de X este miércoles dos correos electrónicos desclasificados que, según denuncia, confirman que el exdirector de Inteligencia Nacional, James Clapper, ordenó a sus subordinados crear pruebas falsas para vincular a Donald Trump con Rusia tras su victoria electoral en 2016.
De acuerdo con los documentos, Clapper instruyó a la comunidad de inteligencia a “alinearse con el engaño sobre Rusia” y elaborar una evaluación en esa línea. El mensaje, fechado el 22 de diciembre de 2016, fue dirigido a Michael Rogers —entonces jefe de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA)—, John Brennan —director de la CIA—, James Comey —director del FBI— y altos funcionarios de su propio despacho.
En su carta, Clapper subrayó que era “esencial” actuar “en sintonía y con urgencia” para terminar el reporte que, posteriormente, daría origen al escándalo mediático y político conocido como Russiagate. Lo describió como “un proyecto que debe ser un deporte de equipo” y admitió que, para lograrlo, sería necesario transigir las “modalidades habituales” de trabajo entre las agencias.

Rogers respondió expresando preocupación por el poco tiempo disponible para evaluar las circunstancias del Russiagate y aseguró que quería estar “cómodo al 100 %” con el informe que la comunidad de inteligencia debía firmar. Finalmente, indicó que, si el resultado quedaba bajo responsabilidad de la CIA o de la CIA junto con el FBI, “dejaría de preocuparse”.
Obama en la mira por el Russiagate
Según Gabbard, los mensajes muestran que la presión para elaborar el documento partía directamente del entonces presidente Barack Obama, quien exigía un informe rápido y coordinado de todos los organismos de inteligencia. La publicación de estos correos fue obstaculizada durante años por la CIA, y solo ahora, tras el levantamiento del secreto, ha podido hacerse pública.

La cuenta oficial de Donald Trump en Truth Social difundió las capturas y copias de los documentos revelados por Gabbard. El expresidente sostiene desde hace años que el Russiagate fue una “farsa” diseñada para minar su legitimidad desde el inicio de su mandato.
Estos nuevos correos se suman a otro documento previamente desclasificado que señalaba al magnate financiero George Soros como posible instigador del caso, al que se le atribuye un papel clave en la promoción de las acusaciones de colusión entre miembros del equipo electoral de Trump y el Kremlin.
A inicios de este mes, el congresista Tim Burchett solicitó que Soros y su socio Leonard Benardo comparezcan ante el Congreso para declarar sobre su supuesta implicación en la operación. El legislador argumenta que “es necesario esclarecer la verdad” y depurar responsabilidades por un caso que marcó la política estadounidense durante años.