Washington refuerza el proceso de deportación de migrantes de diferentes nacionalidades a terceros países, presionando a diversas naciones del mundo para que acepten a las personas deportadas, según CBS.
Documentos internos desclasificados han revelado que países como Honduras y Uganda ya han aceptado deportados de otras nacionalidades. Uganda, por ejemplo, ha recibido personas de varios países africanos sin antecedentes penales. Honduras, ha aceptó recibir familias con niños, aunque en número limitado con el fin de ser repatriados a sus países de origen.
Según medios norteamericanos Washington ha establecido acuerdos similares de deportación con otros países del mundo, actualmente está intentando sumar a Ecuador y España en esta política receptora de migrantes de otras nacionalidades.

Un alto funcionario del Departamento de Estado, al ser consultado por CBS News, se negó a comentar sobre las negociaciones diplomáticas privadas, pero afirmó que el Departamento de Estado está apoyando la política de expulsar a los inmigrantes ilegales.
La política antinmigrante de Donald Trump, condujo a que la Corte Suprema de los Estados Unidos, aprobara la reactivación de vuelos de deportación a terceros países, lo que ha conducido a que deporten no solo migrantes sino presos a países que no son originarios, como hacia Sudan del Sur, el Salvador y Esuatini.
Analistas señalan que esta política de deportaciones masivas no solo presiona a los países receptores, sino que también vulnera los derechos humanos de los migrantes y puede generar tensiones diplomáticas entre los países que se han prestado en recibir deportados desde los Estados Unidos.

Según informes del Proyecto de Datos sobre Deportaciones, el estado de Texas triplicó a California en las detenciones de migrantes con el fin de ser deportados. El pasado 15 de agosto, serán deportaron desde la ciudad de Harlingen, en Texas, 158 venezolano, 118 hombres, 22 mujeres, 11 niños y 7 niñas.
Sin embargo, el gobierno venezolano a través de la presidenta de la Gran Misión Vuelta a la Patria, Camilla Fabri, denunció que 66 niños permanecen retenidos y secuestrados en Estados Unidos, tras haber sido separados de sus padres por los oficiales de migración ICE durante el procedimiento de deportación, violando los derechos humanos de los infantes.
Además, Fabri calificó las medidas de Washington como “una política cruel e inhumana”. Con esta denuncia, el gobierno de Venezuela y su pueblo le exigen a la Casa Blanca, que los niños sean entregados a sus familiares.