El presidente venezolano Nicolás Maduro encabezó este miércoles la XIII Cumbre Extraordinaria de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), desde la Casona Cultural Aquiles Nazoa, en un encuentro que reunió de forma virtual a los líderes del bloque regional. El evento tuvo como objetivo actualizar los planes de cooperación y analizar la compleja coyuntura política, económica y social en América Latina y el Caribe.
En su intervención inicial, Maduro resaltó la identidad política, ideológica y humanista del ALBA-TCP, subrayando que la alianza “es la alianza de los valientes”, que se mantiene dinámica y activa ante las adversidades, generando respuestas concretas en lo social, económico, cultural, político y diplomático.
“El ALBA no es una organización enquilosada, sino un frente comprometido con la resistencia y la construcción de proyectos propios”.
Afirmó.
Por su parte, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel denunció con firmeza los intentos desde Estados Unidos de deslegitimar a gobiernos soberanos como el venezolano, mediante campañas infundadas que buscan vincular a Maduro con crímenes y terrorismo. Díaz-Canel criticó la escalada de agresiones imperialistas y vinculó la crisis en Venezuela con la misma lógica de despojo y genocidio que ha convertido a Gaza en un “infierno en la tierra.” Reclamó el cese del genocidio en Palestina y la complicidad entre sionismo e imperialismo.
El mandatario boliviano Luis Arce expresó su solidaridad con Maduro ante lo que calificó de “inaceptable acto de injerencia” por parte de Estados Unidos, al establecer recompensas para la captura de un jefe de Estado legítimamente elegido. Arce recordó los múltiples complots contra líderes históricos de la región, y alertó sobre el resurgimiento del fascismo, llamando a la unidad y resistencia de los pueblos latinoamericanos.
Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, lamentó la falta de una respuesta unánime y contundente de la comunidad latinoamericana y caribeña frente a la amenaza estadounidense, calificándola de cobardía y rendición que podría poner en riesgo a toda la región.
Finalmente, Ralph Gonsalves, primer ministro de San Vicente y las Granadinas, denunció la explotación constante de los recursos de los países en desarrollo por parte de potencias occidentales y corporaciones, incluyendo el control monopólico del espacio exterior y otros bienes comunes, enfatizando la necesidad de defender los recursos que pertenecen a toda la humanidad.
La XIII cumbre extraordinaria del ALBA-TCP reafirmó su compromiso con la soberanía de los pueblos, la condena a cualquier forma de injerencia extranjera y la promoción de la paz y la cooperación regional, frente a la amenaza de nuevas intervenciones militares en América Latina y el Caribe. El bloque insistió en la importancia de consolidar la zona como un territorio de paz y dignidad frente a los embates del imperialismo.