El expresidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez, enfrenta una nueva denuncia penal en la Fiscalía General de la Nación. El recurso fue interpuesto este martes por el senador Iván Cepeda, uno de los principales críticos del uribismo, quien acusa al exmandatario, a sus dos hijos y al director del partido Centro Democrático de desplegar una campaña sistemática de difamación y persecución.
La denuncia se fundamenta en presuntas conductas de calumnia agravada, injuria agravada, hostigamiento agravado y amenazas. Según el documento, estas acciones se habrían ejecutado a través de redes sociales, medios de comunicación y campañas internacionales, en las que se atribuyen falsamente delitos a Cepeda y a otros opositores de Uribe.
En el escrito, Cepeda sostiene que esta ofensiva ha atentado contra la «integridad moral» y los derechos fundamentales de la «bancada de víctimas» en el proceso penal que se adelanta contra el expresidente.
«De manera temeraria, han acusado falsamente a Iván Cepeda Castro de ‘máximo jefe político de FARC’, ‘el Perfecto Camarada de las FARC’, ‘determinador político del narcotráfico’, entre otros señalamientos mendaces y calumniosos, que tienen por propósito afectar su reputación, poniendo en alto riesgo su seguridad», reza el comunicado firmado por el senador y otros denunciantes.

El contexto de esta acción judicial se enmarca en un momento de alta tensión política en Colombia. Apenas semanas atrás, Uribe fue declarado culpable en primera instancia por fraude procesal y soborno en actuación penal, una decisión histórica que lo convirtió en el primer expresidente colombiano condenado penalmente.
Este nuevo episodio judicial refuerza el impacto del llamado «factor Uribe» en la vida política del país. Mientras sus seguidores lo defienden como víctima de persecución judicial, sus detractores sostienen que las denuncias demuestran la persistencia de una estructura de poder dispuesta a utilizar la difamación y la intimidación como armas políticas.