Lo que comunmente se conoce como Mafia Albanesa, en realidad es una amplia red de células que responden a distintos liderazgos. Estas organizaciones criminales hunden sus raíces en la ancestralidad social del pueblo albanés, dividida en clanes familiares llamados Fis (Tribu).
Durante siglos, estos clanes han existido y han mantenido un fuerte concepto de lealtad y protección hacia sus miembros, precisamente por sus vículos filiales. Desde el siglo XV, el príncipe Lekë Dukagjini, aglutinó a estos clanes bajo un mismo código legal conocido como Kanun (código, en albanés).
Este código legal regulaba incluso aspectos tan delicados como el procedimiento para vengar la muerte de un familiar varón. El asesinato, por ejemplo, se pagaba con la muerte del culpable de la otra familia. Como cada clan gobernaba y controlaba determinados territorios, estas disputas violentas entre las familias conocidas como gjamarrja (venganza) eran muy comunes.
Este código es la génesis del crímen organizado albanés tal y como lo conocemos hoy en día, las Fis que se dedicaban al crímen organizado, fueron distorsionándolo a su conveniencia, tanto que incluso fue prohibido por el gobierno comunista que actuó en el país desde 1944 hasta 1992.
La Unión Europea también lo condena, de hecho, para que Albania aspire a entrar a la UE fue necesario abolir leyes ligadas al Kanun, como la pena de muerte.
Con el Kanun, los miembros de la mafia albanesa ven a sus compañeros como familia y están dispuestos a hacer cualquier cosa para protegerlos. Esta lealtad ciega dificulta la infiltración de las fuerzas del orden y facilita la colaboración en actividades criminales con otras mafias.
Expansión criminal más allá de Albania
Su expansión a las principales ciudades de Europa y el mundo se dan en la década de 1990 y comienzos de 2000, con la caída primeramente del gobierno comunista en Albania, luego la Guerra de Kosovo catapultó esta propagación de estos clanes más allá de sus fronteras.
Las redes mafiosas comenzaron a involucrarse en una variedad de actividades criminales, como el tráfico de drogas, el comercio de armas, la trata de mujeres y el lavado de dinero.
De acuerdo a Bloomberg Línea, citando el informe reciente de la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional (GI-TOC), así que estos grupos criminales arribaron a suramerica. No obstante, la mafia albanesa es solo uno de los grupos balcánicos que tiene presencia en Latinoamérica para abastecer de cocaína a Europa.
“Hay noticias de clanes bosnios, montenegrinos, kosovares y serbios”, asegura un experto citado por el portal. Los albaneses hoy tienen contacto con cultivadores de coca en Perú, productores de cocaína en Colombia, grupos que custodian la droga hasta los puertos de Ecuador y los poderosos cárteles mexicanos.
La experiencia de los grupos albaneses lavando dinero les ha permitido tener buenas relaciones con los cárteles mexicanos, y su bajo perfil, abstenerse de llamar la atención de las autoridades locales.
La preocupación por las mafias balcánicas se ha extendido a las Naciones Unidas, que en la presentación del Informe Mundial sobre las Drogas 2025 denunció el recrudecimiento de la violencia en Europa producto del narcotráfico.
“La violencia y competencia que caracterizan el ámbito ilícito de la cocaína, antes confinado a América Latina, se está extendiendo a Europa Occidental a medida que los grupos de delincuencia organizada de los Balcanes Occidentales aumentan su influencia en el mercado”, señalan las Naciones Unidas.
El éxito de la mafia albanesa en Latinoamérica se debe a tres factores: que no busca competir de tú a tú con las organizaciones locales, a la sobreoferta de cocaína en la región y la desmovilización de las FARC en Colombia, hecho que fragmentó la cadena del negocio ilegal del narcotráfico.
La mafia albanesa en Ecuador
Ecuador es quizá el país latinoamericano donde más se han asentado los emisarios y mensajeros de la mafia albanesa, así como algunos cabecillas de los grupos balcánicos. Como por ejemplo: Dritan Rexhepi, líder de la Kompania Bello.
Rexhepi llegó a Ecuador en 2012, luego de huir de tres prisiones en Europa, y dos años después fue capturado en el operativo Balcanes, adelantado en Durán, Samborondón y Guayaquil. Lo paradójico es que desde la cárcel consolidó el poder de su estructura en Latinoamérica.
Rexhepi salió de la cárcel en Ecuador en 2021 tras una prelibertad y pese a dos solicitudes de extradición aprobadas, en Albania e Italia, aunque en noviembre de 2023 fue capturado en Turquía con un pasaporte colombiano.
La prelibertad fue denunciada por el otrora asambleísta y candidato presidencial Fernando Villavicencio, asesinado el 9 de agosto de 2023, quien en un informe además expuso en la opinión pública cómo la mafia albanesa había permeado a la Policía Nacional.
Villavicencio incluso develó el nexo entre otro capo albanés, Dritan Gjika, y el empresario Rubén Cherres, amigo del influyente cuñado del expresidente Guillermo Lasso, Danilo Carrera. Dicha denuncia fue importante para llevar a juicio político a Lasso.
Según el GI-TOC y expertos, actualmente, hay al menos siete grupos de los Balcanes operando en Ecuador y Sudamérica, los albaneses Kompania Bello, Clan Farruku y Clan Lazaratit, además del Grupo Sarić (Serbia), el Clan Kotor (Montenegro) y el Clan Tito y Dino (Bosnia).