El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reaccionó este domingo a los bombardeos ejecutados por Israel en Doha, la capital de Catar, que dejaron varios muertos, entre ellos cinco miembros de Hamás y un oficial de seguridad catarí.
En declaraciones a la prensa en el aeropuerto de Morristown, Nueva Jersey, Trump envió un mensaje tibio a su aliado israelí:
“Mi mensaje es este: tienen que ser muy, muy cuidadosos. Tienen que hacer algo con respecto a Hamás. Pero Catar ha sido un gran aliado de Estados Unidos. Mucha gente no lo sabe”.
El mandatario norteamericano recordó haber hablado con el emir catarí, Tamim bin Hamad Al Thani, a quien aconsejó mejorar la imagen internacional de su país:
“Necesitan mejorar sus relaciones públicas porque la gente habla muy mal de su nación y no debería ser así. Catar ha sido un gran aliado. Así que, Israel y todos los demás, tenemos que ser cuidadosos. Cuando atacamos a alguien, tenemos que ser cuidadosos”.

El ataque aéreo israelí, ocurrido el martes, se dirigió contra un complejo residencial donde se encontraban líderes de Hamás reunidos para discutir una propuesta de alto al fuego impulsada por Washington. Aunque la operación dejó víctimas mortales, los principales dirigentes del movimiento palestino sobrevivieron.
Netanyahu «mas fuerte que nunca» con el apoyo de Trump
Mientras tanto, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, insistió en su narrativa de fortaleza: “Nunca ha sido más fuerte”, afirmó al referirse a la alianza estratégica con Washington después de la ofensiva en territorio catarí.

El hecho genera un escenario incómodo para la diplomacia estadounidense, ya que Catar, junto con Egipto, ha sido mediador clave en las negociaciones entre Israel y Hamás para poner fin a la guerra en Gaza.
La “palmadita” de Trump a Netanyahu contrasta con el papel crucial que Doha desempeña como socio regional de Washington, exponiendo la tensión entre la alianza con Israel y la necesidad de preservar la cooperación catarí.