El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, condenó la posición hostil injustificada de la primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persaud-Bissessar hacia su nación y llamó al pueblo trinitobaguense a restaurar relaciones de respeto con Venezuela.
“Bueno, sencillamente, la primera ministra de Trinidad y Tobago se volvió loca, se volvió loca amenazando que desde Trinidad y Tobago ella va a autorizar ataques contra Venezuela, declarándole casi la guerra a Venezuela,” afirmó el mandatario en conferencia de prensa con medios internacionales.
Desde su toma de posesión el 1ro de mayo de 2025, la primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persaud-Bissessar, comenzó sus ataques a Venezuela. El primero de ellos fue desestimar el trato gasífero Dragón entre ambas naciones luego de que la OFAC revocara los permisos de explotación de este recurso a Venezuela. En junio, Persaud Bissessar afirmó que usaría “fuerza letal” contra embarcaciones venezolanas que entraran en sus aguas territoriales luego de que Venezuela anunciara la captura de un ciudadano trinitobaguense en una banda criminal desarticulada en territorio venezolano.
Recientemente, en agosto, la mandataria ofreció su territorio nacional como base militar estadounidense en el caso de una invasión a Venezuela por parte de Estados Unidos, en el contexto del despliegue naval de ese país en aguas adyacentes a la República Bolivariana.
“Yo, al igual que la mayoría del país, me alegro de que el despliegue naval estadounidense esté teniendo éxito en su misión (…) No siento ninguna compasión por los traficantes; el ejército estadounidense debería matarlos a todos sin piedad,” publicó la mandataria justamente horas después del supuesto ataque del ejército estadounidense contra una pretendida embarcación de origen venezolano que transportaba 11 personas en aguas territoriales intermedias entre ambos países. Esta declaración fue duramente criticada por condonar ejecuciones extrajudiciales, dado que el ataque rompe con todos los protocolos internacionales para la detención en alta mar.
Voces en Trinidad y Tobago con Venezuela
“Yo estoy seguro de que el pueblo de Trinidad y Tobago está en contra, completamente. Somos países vecinos. Ustedes saben que Trinidad y Tobago fue vendida por el Imperio Español al Imperio Británico pocos años antes de la independencia de Venezuela, o sea que desde mucho antes con Trinidad y Tobago éramos una sola comunidad,” destaca el presidente.
A solo 11 kilómetros de distancia, Trinidad y Tobago de conjunto con Venezuela, mantienen una historia de relaciones cordiales y fraternales. Ambas naciones son miembros de la Comunidad de Estados caribeños y del Caribe (CELAC) así como de la Comunidad de Estados Caribeños (CARICOM), por demás con un trabajo en común en el sector gasífero.
“La vida de los mares del Caribe y de las costas del Estado Sucre y Trinidad y Tobago ha sido una vida de cooperación, de hermandad. Solamente cuando llega esta señora, nunca, nunca, jamás un gobernante de Trinidad y Tobago se había atrevido a amenazar con una guerra a Venezuela,” afirmó el jefe de estado venezolano.
A raíz de los ataques progresivos de Persaud Bissesar contra Venezuela, voces de la oposición política trinitobaguense han condenado esta alevosía que es una evidente parcialización con Estados Unidos. En ese caso, cuenta la condena del ex primer ministro Stuart Young quien alertó sobre los riesgos de desplazar a Venezuela de la ecuación energética de la región. La líder de minoría y cabeza de la oposición Penny Beckles, también criticó estas posturas beligerantes e imprudentes.
“Entonces, bueno, Trinidad y Tobago, todos sus sectores sociales, políticos, culturales, económicos y su pueblo tienen que imponer otra vez relaciones de respeto, así de sencillo. Se tienen que imponer relaciones de respeto y veremos,” afirmó el mandatario.
Es importante destacar que sectores populares trinitobaguenses, como los pescadores, emprendedores del turismo así como comerciantes de los pueblos pesqueros, han denunciado el impacto de la actual tensión en la región y la desatención gubernamental han provocado en sus formas de sustento. Los pescadores especialmente, temen por su vida dados los acontecimientos violentos en aguas comunes donde trabajan.
Trinidad y Tobago como elemento de guerra proxy
“¿Quién está detrás, quién mete la intriga, quién azuza en el oído de esta señora que no sé bajo los efectos de qué sustancia es capaz de declarar eso? ¿Quién? ¿Quién? Marco Rubio, el señor de la muerte y la guerra, lo llaman ahora,” apunta el presidente.
Luego del cambio de administración, Trinidad y Tobago se ha aliado a Guyana en torno a la hostilidad contra Venezuela y la narrativa sobre ella como “amenaza a la paz regional”. Estados Unidos ha instrumentalizado la disputa territorial entre Guyana y Venezuela para justificar su posicionamiento en la región, tal como lo anunciaba el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, el 27 de marzo de 2025. Es importante destacar que a pesar de estas amenazas suyas y el sobrevuelo de dos aviones AV-8B Harrier II durante la inauguración del presidente Irfaan Ali en un segundo mandato, Venezuela no ha levantado amenazas militares directas contra esa nación. La nación de islas gemelas también se sumó a esta narrativa de victimización de Guyana.
Por otra parte, Trinidad y Tobago fue sede de los ejercicios militares TRADEWINDS 2025, un entrenamiento conjunto con 25 naciones de la región dirigido por el Comando Sur del ejército de los Estados Unidos (SOUTHCOM). En marzo, durante su gira por el Caribe Oriental, Marco Rubio sostuvo conversaciones con el anterior primer ministro, Stuart Young, sobre energía y seguridad regional.
El 8 de septiembre, la primera ministra Kamla Persad-Bissessar y el subsecretario de Estado estadounidense Christopher Landau sostuvieron conversaciones telefónicas, bajo el supuesto de reforzar la cooperación en materia militar. Estas conversaciones, coincidieron con la visita del subsecretario adjunto de Guerra (antes Defensa) de los Estados Unidos, Joseph M. Humire a Guyana y del Secretario de Defensa de los Estados Unidos, Pete Hegseth, a Puerto Rico, en medio del despliegue naval en el Caribe.