“Uno de esos países en los que hay muchos abuelos y nietos relacionados con Trinidad y Tobago es Venezuela. Sr. Presidente, hipotéticamente hablando, en este escenario, no será difícil para un grupo terrorista venezolano reclutar a un nieto como miembro clandestino de su grupo para obtener la ciudadanía y un pasaporte trinitobaguense y obtener acceso legal a este país” explica el senador de oposición Vishnu Dhanpaul.
“No es nada descabellado porque ahora estos nuevos ciudadanos clandestinos pueden desaparecer y mezclarse con la población y crear una pesadilla de seguridad dentro de sus células durmientes. No es una idea descabellada en absoluto. Es algo que la población debe saber,” continúa el senador.
La Enmienda Constitucional 2025, conocida como “Ley de Ciudadanía de los Abuelos” aprobado en la cámara de representantes el 12 de septiembre con 27 votos a favor, 10 en contra y ninguna abstención. El proyecto de ley modifica el artículo 17 de la constitución, ampliando la elegibilidad de parentesco solo de padres al linaje a través de los abuelos, incluso en los casos en que los padres o abuelos son descendientes también.
La ley ha suscitado el debate entre las autoridades del país dadas las necesidades logísticas que supone al país, ya que que garantiza acceso a salud y educación a un número elevado de personas elegibles para la ciudadanía bajo esta nueva premisa de inclusión. Además, otros legisladores independientes apuntan a la necesidad de brindar atención escolar y sanitaria apropiada a los ciudadanos nativos antes de garantizar estos servicios a quienes adquieren este status.
A solo 11 kilómetros de distancia desde su punto más al sur en Cedros, Trinidad y Tobago mantiene una relación histórica con su vecina Venezuela. Según datos de Naciones Unidas, más de 38.000 venezolanos coexisten en territorio trinitobaguense en calidad de migrantes. De igual forma, en la zona costera norte de Venezuela, algunas comunidades han experimentado migración cruzada, por lo que hay descendientes de trinitobaguenses. En ambos casos, de aprobarse la nueva ley, sus descendientes podrían aplicar a dicha ciudadanía en Trinidad y Tobago.
Migrantes en el centro de la hostilidad hacia Venezuela
Esta politización de la migración venezolana en Trinidad y Tobago, no es un fenómeno nuevo, sino que sigue a una escalada de hostilidades desde la administración de la Primera Ministra Kamla Persad Bissessar hacia Caracas.
Desde su toma de posesión en su segundo mandato, la jefa de estado anuló los convenios gasíferos con Venezuela. En junio, anunció que usaría fuerza letal contra embarcaciones venezolanas luego de que el ministro del Interior, Justicia y Paz de Venezuela Diosdado Cabello, anunciara la captura de un nacional trinitobaguense en la desactivación de una banda criminal que operaba en territorio venezolano. En el actual contexto del despliegue naval militar estadounidense contra Venezuela en aguas regionales, la mandataria ha sido explícita en su apoyo a Estados Unidos y sus ataques contra embarcaciones de supuesto origen venezolano.
La mandataria también anunció la deportación de 200 migrantes venezolanos y el recrudecimiento de su política antimigrante contra este sector. Estas proyecciones evocan el discurso de criminalización contra la migración latina y especialmente venezolana del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Esta enmienda fue propuesta por legisladores del partido gobernante y ha sido criticada por la oposición.
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“Solo quería preguntar bajo la última administración, su gobierno, decenas de miles de venezolanos fueron legítimamente permitidos en este país y podrían estar detonándose todos los días. ¿Qué los detiene? No necesitan este proyecto de ley. Ya están aquí, sin investigación”, afirmó el senador y actual ministro de vivienda, Phillip Vincent Alexander, criticando la entrada de migrantes venezolanos bajo la administración anterior.
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Sin embargo, otras voces políticas de la nación, ofrecieron una perspectiva diferente del asunto.
“Son cerca de 40.000 personas (…) Son seres humanos. Yo personalmente he estado en contacto con profesionales de calidad que han venido aquí y están entre el 86% de venezolanos que están aquí. Y aquellos de ustedes que hayan seguido mi trabajo, sabrán que he arremetido duramente contra las personas que han utilizado un lenguaje despectivo para describir a estas personas. Se trata de personas, muchas de ellas formadas profesionalmente y muy competentes, y pensemos lo que pensemos, quieren estar aquí. Quieren estar aquí. (…) Tienen algo que ofrecer,” dijo el senador independiente Wesley Gibbings.