Con un despliegue militar inaudito de EE.UU. en El Caribe y, tomando a Boriquén (Puerto Rico) como centro de operaciones a pesar de las protestas en la isla en contra de ese despliegue en su territorio, Donald Trump (@realDonaldTrump) le escribió una carta al presidente del senado estadounidense (con fecha 4 de septiembre) explicando en cómo lo obliga la Ley, la acción militar en la que asesinó a 11 personas en un pequeño bote.
En la carta sólo menciona como justificación que el asesinato fue en defensa propia en un lugar de altamar (no perteneciente a ningún país). No menciona coordenadas, cantidad de víctimas ni ningún detalle que evidencie la supuesta amenaza a su seguridad nacional.
Esa comunicación, sin duda, se suma a la cadena de violaciones a las leyes de su país y a los acuerdos internacionales de los que ellos son firmantes.
Mientras tanto en la Costa Oeste de EE.UU., el tráfico de cocaína sigue campante a través de la ruta Ecuador – Costa del Pacífico norteamericano.
A lo interno de EE.UU. la vergonzosa exposición en el senado del director del FBI, Kash Patel, que negó responder varias preguntas cruciales de su gestión -llegando al insulto y a los gritos-, pone en duda su permanencia en el cargo y la transparencia en el ejercicio de sus funciones.
En medio de un aumento del desempleo y de los precios de los alimentos y la gasolina, la situación de la administración Trump enfrenta una rápida caída en la opinión pública de su país.
Es importante no olvidar que de ese escenario deplorable en el que hasta ahora no hay ningún detenido por la red de explotación sexual de menores (manejada por Jeffrey Epstein y la famosa lista que él prometió publicar al llegar al Poder), hace que pierda credibilidad y altura moral al decir que todo eso fue un bulo del Partido Demócrata.
En su desesperación, y, por recomendación de Marco Rubio (@marcorubio), Trump acaba de designar a Antifa (organización antifascista) como organización terrorista estadounidense, incluyendo en ella (sin elementos concretos) a quienes protestan por el genocidio en Gaza y a quienes luchan por los derechos de la comunidad LGBTQ+, iniciando así una cacería de brujas en la queu hasta la hija de Elon Musk (@elonmusk), sería objeto de persecución por ser una joven transexual.
Como decimos en Venezuela, Trump y su gabinete estrella, encabezado por Marco Rubio, están como chiva que pare tres. Con frentes abiertos por los cuatro costados y cada vez con más contradicciones.
Es terrible que Trump sólo lleve 9 meses ejerciendo el Poder y que su incapacidad para liderar a su país sea cada vez peor. Y más si es a fuerza de fentanilo.
Mientras tanto, el Pdte. de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, mantiene un país en paz con un equipo de trabajo cohesionado que avanza en las mejoras sociales, económicas, políticas y culturales (en armonia con la cooperación de sus aliados internacionales), sin que las amenazas ni las provocaciones imperialistas perturben el rumbo que la Patria necesita.









Maniobra de Campaña “Caribe Soberano 200”.
Isla La Orchila
(Desde el 17 de septiembre, durante tres días).
El Ministro de Defensa, G/J Vladimir Padrino López (@vladimirpadrino), anunció el inicio de esta operación desde el Puesto de Comando de la FANB. Se trata de ejercicios estratégicos para fortalecer la capacidad defensiva y la Soberanía marítima de Venezuela ante amenazas externas.
Despliegue militar:
- +2.500 efectivos.
- 12 buques de la Armada.
- 22 aeronaves.
- 20 peñeros de la milicia naval.
- Artillería de campaña.
Base Naval Antonio Díaz (97 millas náuticas de la costa continental):
🔸 Esta operación, ordenada por el Pdte. Nicolás Maduro, forma parte del despliegue cívico-militar-policial para la defensa integral de la patria frente al imperialismo norteamericano.