La Organización Mundial de la Salud (OMS) implementó este viernes una actualización histórica de sus Regulaciones Sanitarias Internacionales (RSI), que le otorgan la facultad inédita de declarar «emergencias pandémicas» frente a crisis sanitarias globales de gran magnitud, superando el nivel previo de «emergencia de salud pública de importancia internacional».
Estas modificaciones, aprobadas en la Asamblea Mundial de la Salud en 2024, establecen un nuevo marco que reconoce explícitamente la necesidad de solidaridad entre países ante emergencias sanitarias, un principio que cobra importancia tras evidenciarse las profundas desigualdades en el acceso a vacunas y tratamientos durante la pandemia de covid-19, particularmente en naciones de ingresos bajos y medios.
Además, la reforma incorpora un mecanismo financiero bajo la supervisión de la Asamblea Mundial de la Salud para asegurar una mejor coordinación y movilización de recursos en respuesta a las crisis. Esta iniciativa busca evitar la fragmentación y la falta de apoyo que dificultaron la gestión de la covid-19.
De los 194 Estados miembros de la OMS, 11 manifestaron su rechazo a estas nuevas medidas, incluyendo a Estados Unidos, que optará por continuar con la regulación de 2005. El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, hizo un llamado firme para que Estados Unidos reconsidere su posición dada su histórica contribución al diálogo global en salud pública.
Con esta actualización, la OMS busca estar mejor preparada para futuras pandemias, promoviendo un enfoque más justo, coordinado y efectivo frente a las crisis sanitarias globales, en un contexto donde la solidaridad internacional resulta imprescindible para proteger a las poblaciones más vulnerables.