El New York Times citando a oficiales militares, diplomáticos y analistas, señala que detrás del despliegue militar estadounidense en el Mar Caribe, está la intención de la administración de Donald Trump de atacar y expulsar al mandatario venezolano, Nicolás Maduro.
El medio estadounidense alega que a pesar de la narrativa ampliamente difundida desde Washington de la supuesta lucha contra grupos narcoterroristas en la región, la fuerte presencia militar, que incluye cazas F-35 en Puerto Rico «sugiere que Estados Unidos planea hacer más que simplemente destruir pequeñas embarcaciones«.
Aunque el texto señala que el despliegue de 4.500 miembros militares a bordo en 8 buques de guerra es demasiado pequeña para una invasión a Venezuela, las fuentes consultadas por el medio agregan que podrían estar preparándose ataques clandestinos o incursiones de comandos dentro de la nación suramericana.
«Si bien la la lucha contra las drogas es el pretexto para los recientes ataques estadounidenses, el objetivo real es expulsar a Maduro del poder, de una forma u otra».
«La diplomacia de las cañoneras ha vuelto»
El almirante James G. Stavridis, exjefe del Comando Sur del Pentágono, citado por NYT, dijo que la enorme flotilla naval frente a costas venezolanas y el traslado de los mencionados cazas F-35 de quinta generación a la isla, «tienen poco que ver con la interdicción de drogas; representan una sobreexplotación operativa”.
“Más bien, son una clara señal para Nicolás Maduro de que este gobierno se toma en serio la idea de lograr un cambio de régimen o de comportamiento desde Caracas”, declaró el almirante Stavridis.
“La diplomacia de las cañoneras ha vuelto, y bien podría funcionar”, puntualizó.
El Secretario de Estado, Marco Rubio Rubio y el secretario de Defensa, Pete Hegseth, han declarado que el ejército realizará más ataques en las próximas semanas como parte de lo que describen como una campaña antinarcóticos y antiterrorista.
En el mismo tecto, NYT hace énfasis en que si la operación militar busca desmantelar redes del narcotráfico, deberían haberse desplegado en el Océano Pacífico oriental, por donde pasa casi el 90% de la droga que sale hacia Estados Unidos y Europa.
Ejecuciones extrajudiciales en el Caribe
«Tenemos pruebas», el mandatario estadounidense Donald Trump ha asegurado en recientes declaraciones, que los ataques a las embarcaciones en el Caribe se ha basado en información conluyente para determinar que estaban cargados de drogas.
No obstante, ni la Casa Blanca, ni el Departamento de Estado, ni mucho menos el Pentágono, han ofrecido evidencias fidedignas que prueben tales afirmaciones.
En este sentido, un panel de expertos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), condenó la ejecución extrajudicial por parte de Estados Unidos de 14 personas tras los ataques a dos lanchas civiles el pasado 2 y 15 de septiembre de 2025.
“El derecho internacional no permite que los gobiernos simplemente asesinen a presuntos narcotraficantes”, afirmaron los expertos.
“Las actividades delictivas deben ser desmanteladas, investigadas y enjuiciadas de conformidad con el estado de derecho, incluso mediante la cooperación internacional”. Los especialistas legales y los demócratas del Congreso también han calificado los ataques estadounidenses de ilegales.
«La decisión del presidente de usar fuerza militar letal contra civiles basándose en afirmaciones no probadas de que son narcotraficantes es moralmente reprensible y estratégicamente errónea, y terminará haciendo más difícil evitar que drogas peligrosas entren en nuestras comunidades», dijo el representante Jim Himes de Connecticut, el demócrata de mayor rango en el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes.
En la Casa Blanca y el Capitolio está circulando un proyecto de ley que daría a Trump amplios poderes para librar una guerra contra los cárteles de la droga que él considera “terroristas”, así como contra cualquier país que, según él, los ha albergado o ayudado, aseguró The New York Times.