El experto en relaciones internacionales Andy Knight, de origen barbadense, advierte que la primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar, podría estar en el lado equivocado de la historia por su apoyo a los Estados Unidos en su hostilidad contra Venezuela y los supuestos ataques contra pequeñas embarcaciones en aguas regionales.
“Kamla Persad-Bissessar está, en mi opinión, en el lado equivocado de la historia en este momento,” afirmó Knight, quien es además profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad de Alberta y exdirector del Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad de las Indias Occidentales en San Agustín.
“Ninguno de los países del Caribe parece dispuesto a apoyar a Trinidad en esta cuestión. Esto convierte al Caribe en una zona de guerra, en lugar de una zona de paz. Y creo que esto es algo con lo que debemos tener mucho cuidado, porque generar inestabilidad regional en el Caribe va a ser negativo para la región, ¿y para qué? Solo para ganarse el favor de una persona que se sabe que no le es leal,” afirmó Knight.
La primera ministra trinitobaguense ha sido explícita en su apoyo a Estados Unidos y sus avanzadas hostiles contra Venezuela, especialmente en el contexto del despliegue naval militar de la nación norteña desde finales de agosto, bajo la excusa de combatir el narcotráfico.
Entre el 2 y el 19 de septiembre, autoridades estadounidenses han anunciado tres ataques contra pequeñas embarcaciones en aguas regionales entre Venezuela y Trinidad y Tobago. Justo luego del anuncio del primer supuesto ataque, Persad-Bissessar afirmó que Estados Unidos debería “matarlos a todos violentamente”. Varias voces políticas trinitobaguenses condenaron estas declaraciones afirmando que condonan ejecuciones extrajudiciales.
“Lo que está haciendo no ha sido aprobado por el Congreso, y cualquier acto de guerra tiene que ser aprobado por el Congreso; de lo contrario, debe considerarse una guerra no declarada. Por lo tanto, cuando el Gobierno venezolano pide la intervención de la ONU, creo que es lo más adecuado, dado que se trata de una guerra no declarada. Se han producido ejecuciones extrajudiciales de al menos 14 personas en esos barcos”, afirmó el profesor Knight.
Knight además cuestiona esta metodología del supuesto combate al tráfico de drogas y explica que la forma adecuada de hacerlo es “llevar a cabo una operación de interdicción estándar, detener a los individuos, confiscar las drogas que supuestamente han sido traficadas y llevar a las personas detenidas ante los tribunales para que se defiendan ante la justicia.”
En ninguno de los cuatro supuestos ataques, Estados Unidos contactó a los tripulantes, no corroboró evidencia del caso ni detuvo a los pretendidos traficantes, violando los protocolos de detención y captura establecidos internacionalmente.
“Creo que ya es hora de que pongamos fin a lo que considero una operación imprudente y poco transparente, sin pruebas de que estas personas sean traficantes de drogas. Podrían ser simples pescadores. Creo que corresponde a los Estados Unidos demostrar que son narcotraficantes, y hasta ahora no han podido hacerlo” afirmó el profesor y experto en relaciones internacionales.