El Secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, reitera narrativas de criminalización contra Venezuela, para justificar su actual despliegue militar naval en aguas del Caribe y los ataques contra embarcaciones pequeñas. En entrevista a la cadena CBS, ante un cuestionamiento del presentador Tony Dokoupil sobre este procedimiento, Rubio reiteró su justificación para actos internacionalmente ilegales.
“La interceptación no funciona, quieres detener a estos cárteles de la droga. Tienes que dejarles claro que no van a traer sus barcos aquí. Interdicción, no les importa perder un barco. No les importa perder drogas, ya lo han incluido en su modelo de negocio. Lo que los detendrá por completo es que saben que si salen… no van a hacer el viaje”, afirmó el secretario de Estado.
“En el hemisferio occidental, el INL apoya los esfuerzos de interdicción de las fuerzas del orden de los países anfitriones en México en el marco del Bicentenario; en América Central a través de la Iniciativa de Seguridad Regional de América Central (CARSI); en el Caribe a través de la Iniciativa de Seguridad de la Cuenca del Caribe (CBSI); y en América del Sur a través de programas bilaterales individuales. La interceptación, tanto en origen (es decir, en Colombia y Perú) como en tránsito, desempeña un papel importante en los programas de la INL y refuerza los esfuerzos de Estados Unidos por fortalecer la seguridad ciudadana en la región,” define el propio Departamento de Estado.
El gobierno de los Estados Unidos ha anunciado 3 explosiones de embarcaciones pequeñas que supuestamente transportaban droga, entre el 2 y al 19 de septiembre. De acuerdo con los reportes, 17 personas habrían sido asesinadas en estos ataques. Estas explosiones de naves de poco calado han sido ampliamente criticadas porque violan los protocolos internacionales de detención en alta mar, por lo que emulan ejecuciones extrajudiciales.
“Esta es una amenaza inminente, inmediata a los Estados Unidos. Si usted me dice, hay un barco lleno de drogas que se dirige hacia los Estados Unidos para dejar las drogas aquí y envenenar a nuestra gente. Eso es una amenaza tan grande como si algún, ya sabes, país viniera a atacar una ciudad americana. Hay que detenerlo. La forma en que se ha manejado en el pasado no ha funcionado,” afirmó el Secretario de Estado.
El 19 de septiembre, los senadores demócratas, Adam Schiff, de California, y Tim Kaine, de Virginia, presentaron una resolución conjunta en la que piden a Estados Unidos que deje de participar en hostilidades que no hayan sido autorizadas específicamente por el Congreso.
No hay botes en el Caribe ¿Pero sí ataques?
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en un breve encuentro con la prensa declaró que “ya no hay barcos en el agua” cerca de Venezuela. Este argumento fue reiterado por el secretario de Estado.
“Déjame decirte algo, no estás viendo tantos barcos ahora mismo como hace un par de semanas, así que ha funcionado y seguirá funcionando y el presidente, es muy simple, no va a seguir permitiendo que estos cárteles de la droga inunden América con drogas venenosas que están matando a nuestra gente indefinidamente,” afirmó Rubio.
Venezuela ha sido explícita sobre su lucha contra el narcotráfico y ha reiterado su condición de país no productor ni emisor de drogas. Reportes de Naciones Unidas muestran que el 70% de la droga sale a Estados Unidos a través de la ruta atlántica desde Ecuador y Colombia.
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No obstante, Estados Unidos mantiene en aguas cercanas a Venezuela un despliegue militar que cuenta con el Grupo Anfibio Iwo Jima y buques de superficie adicionales, como destructores lanzamisiles y un crucero lanzamisiles. También se han desplegado aviones de combate furtivos F-35 en Puerto Rico, junto con aviones de reconocimiento P-8 Poseidon y drones MQ-9 Reaper. Autoridades venezolanas ven esta escalada como un intento de forzar un cambio de régimen, desconociendo la voluntad democrática del pueblo venezolano y su derecho a la autodeterminación.