El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbás, ofreció este jueves un desafiante discurso virtual ante la 80.ª Asamblea General de las Naciones Unidas, en el que denunció lo que calificó como un “genocidio” israelí en Gaza y exigió un alto el fuego permanente en el enclave.
A sus 89 años, Abbás señaló que la guerra ha dejado cerca de 220.000 palestinos muertos o heridos, en su mayoría mujeres, niños y ancianos. “Nuestras heridas son profundas y nuestra calamidad es grande. […] No abandonaremos nuestra tierra. No se podrá lograr la paz si no se hace justicia y no se puede hacer justicia si Palestina no es libre”, afirmó.
El líder palestino intervino de manera virtual después de que las autoridades estadounidenses le negaran la visa para viajar a Nueva York, según reportó Reuters.
Condena a Israel y distanciamiento de Hamás

Abbás condenó la expansión de los asentamientos en Cisjordania y denunció la violencia de colonos contra civiles palestinos “bajo la protección del ejército de ocupación”. Recordó además que más de 1.000 resoluciones de la ONU sobre Palestina siguen sin cumplirse y acusó a Israel de haber incumplido los Acuerdos de Oslo.
El mandatario también se refirió a los hechos del 7 de octubre de 2023: “Lo que Hamás llevó a cabo ese día no representa al pueblo palestino ni su justa lucha por la libertad e independencia”. Aseguró que la Autoridad Palestina está lista para asumir el control total de Gaza, tanto en lo gubernamental como en materia de seguridad, dejando claro que el movimiento islamista no tendría un papel futuro en el enclave.
Abbas: solidaridad y antisemitismo

Abbás agradeció a los países que en los últimos días reconocieron oficialmente al Estado de Palestina y a las poblaciones que se han movilizado en solidaridad. En ese sentido, advirtió: “Rechazamos confundir la solidaridad con la causa palestina con la cuestión del antisemitismo, algo que rechazamos basándonos en nuestros valores y principios”.
Un plan en nueve puntos

El presidente palestino presentó un plan de nueve medidas que, dijo, son esenciales para una solución al conflicto:
- Alto el fuego permanente en Gaza.
- Ingreso de ayuda humanitaria.
- Liberación de rehenes y prisioneros.
- Retirada de las fuerzas israelíes.
- Entrega de armas de las facciones a la Autoridad Palestina.
- Derecho de los gazatíes a permanecer en su tierra.
- Liberación de ingresos fiscales retenidos por Israel.
- Reformas internas y elecciones en un año tras el fin de la guerra.
- Cooperación internacional con EE.UU., Arabia Saudita, Francia y otros socios para aplicar el plan de paz.
Abbás concluyó su intervención reafirmando la exigencia de un Estado palestino independiente en las fronteras de 1967, con Jerusalén Este como capital.