La primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad Bissessar, arremetió contra Venezuela, durante su alocución ante la 80 Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York.
“Los comentarios del presidente Trump sobre los efectos del narcotráfico incansable, la trata, el crimen organizado y la inmigración ilegal son acertados”, afirmó la mandataria trinitobaguense ante el foro.
Persad Bissesaar ha mantenido una política hostil contra Venezuela, plegándose a los Estados Unidos y sus avanzadas. Estados Unidos inició un despliegue militar naval en aguas del Caribe cercanas a Venezuela, bajo el pretexto de combatir el narcotráfico, empleando equipo de asalto anfibio, el despliegue de 4500 marines y el uso de destructores nucleares.
Varias voces de la región como el presidente de Colombia Gustavo Petro, incluso desde Trinidad y Tobago, han cuestionado este argumento y apuntan a que Estados Unidos intenta forzar un cambio de régimen en Venezuela.
“Ha habido objeciones a la acción militar estadounidense contra los carteles de la droga en el Caribe Sur, algunas objeciones de algunos países. Hoy les digo que Trinidad y Tobago recuerda a la comunidad internacional que a menos que se tomen medidas potentes y agresivas, estos malignos carteles de la droga seguirán destruyendo a la sociedad porque creen que las naciones afectadas siempre van a suscribir sin reservas la moral y la ética que ellos mismos vulneran flagrantemente” dijo la jefa de estado.
Persad Bissessar se posiciona así abiertamente no solo con los ataques a Venezuela, sino además con el modus operandi del ejército estadounidense en aguas territoriales. Desde el 2 hasta el 19 de septiembre, la administración Trump ha anunciado ataques con misiles contra 4 embarcaciones pequeñas en el Caribe. Es importante destacar que estas acciones violan los protocolos de detención en alta mar y la propia constitución estadounidense, por lo que emulan las circunstancias de ejecuciones extrajudiciales.
“Hemos apoyado con anhelo la alianza internacional que anunció el secretario de Estado Marco Rubio con varios países de Sudamérica, incluido Trinidad y Tobago, para luchar contra el tráfico de estupefacientes en el hemisferio. Trinidad y Tobago se compromete a contribuir con nuestros limitados recursos y capacidades a esa alianza de acuerdo con el tema de la Asamblea General de este año, juntos y juntos somos mejores,” dijo.
En marzo, el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, realizó una gira por varios países del Caribe Oriental, incluidos sus dos aliados más persistentes contra Venezuela: Guyana y Trinidad y Tobago. Desde Georgetown, Guyana, el secretario de Estado amenazó con acción militar naval directa contra la República Bolivariana.
“Agradezco especialmente la presencia militar de los Estados Unidos en el sur del Caribe”, afirmó.
La migración como punto de ataque
La primera ministra mantuvo su agresión contra la migración venezolana en su país, en eco a la narrativa antimigrante de Donald Trump contra el mismo sector para criminalizar a Venezuela.
“Por el reciente incremento de la protección en la frontera sur de los Estados Unidos, la inmigración ilegal de los carteles de la droga y las pandillas criminales se han reorientado hacia el Caribe Oriental, donde está mi país. Impulsa ello la violencia de las pandillas, los estupefacientes, las armas y la trata” dijo la primera ministra.
En septiembre, la administración de Persad Bissessar anunció la deportación de 200 migrantes venezolanos y el recrudecimiento de las políticas antimigrantes en su país. Datos de la Organización Mundial de la Migración ofrecen un estimado de cerca de 38.000 migrantes venezolanos en territorio trinitobaguense. Con solo 11 kilómetros de distancia entre el punto más al sur en Trinidad y la costa norte venezolana, ambas naciones comparten una población tradicionalmente fluctuante, así como nexos culturales e históricos.
“Los esfuerzos por repatriar a inmigrantes ilegales desde Trinidad y Tobago en los últimos tiempos han resultado ser de gran dificultad. Los sindicatos criminales hacen un uso indebido de las solicitudes de asilo para los refugiados por Trinidad y Tobago” afirmó la mandataria.
Recientemente, en debates parlamentarios sobre la “Ley de Ciudadanía de los Abuelos” los miembros del senado ponderaron no aprobarla porque esta daría estatus nacional a descendientes de trinitobaguenses nacidos en Venezuela y a los hijos o nietos de venezolanos nacidos en suelo de Trinidad y Tobago, aludiendo que podrían usar esa condición para formar células terroristas.
“Los países pequeños como el mío, Trinidad y Tobago, también padecen la inmigración ilegal”, dijo.