Estados Unidos ha perdido en su narrativa un nuevo video del Departamento de Estado que busca justificar lo injustificable.
El despliegue militar en el Caribe con 8 barcos, al rededor de 1200 misiles y un submarino nuclear apuntando a Venezuela, el país que pasó de incautar 8 toneladas de droga con la DEA, en el 2005 a 200 toneladas sin la agencia antidrogas estadounidense.
Este curioso dato tumba la mentira que los lleva a amenazar con la excusa del combate al narcotráfico.
Ahora bien el 27 de septiembre de 2025, el Departamento de Estado de EE.UU. publicó en su cuenta de X un video de menos de un minuto con el objetivo de justificar las acciones militares en el Caribe contra el llamado “Narco Terrorismo”. En él aparecen Brent T. Christensen, Subsecretario de Control de Armas y Seguridad Internacional, y Chris Landberg, miembro de la Oficina de Asuntos Internacionales de Estupefacientes y Aplicación de la Ley, como introducción a un segmento del discurso de Donald Trump (@POTUS) en la 80ª Asamblea General de la ONU.
Mensajes centrales del video
El video transmite dos ideas principales acompañadas de imágenes de la destrucción de un bote pesquero y patrullajes en el Mar Caribe:
El narcotráfico representa una amenaza, por lo que la administración Trump ha decidido actuar para proteger a sus ciudadanos y apoyar a sus vecinos en la región, designando a 13 organizaciones como terroristas.
Se afirma que EE.UU. está reuniéndose para desmantelar dichas organizaciones y detener el tráfico de drogas, armas e inmigración ilegal. Tomando en cuenta que aunque no se especifica con quiénes se están reuniendo, la imagen de varias banderas en la sede de la ONU sugiere cooperación internacional.
Ambas afirmaciones son cuestionables. Promesas incumplidas y contradicciones.
Durante los primeros días de su segundo mandato, Trump prometió invertir 100 millones de dólares en campañas publicitarias para reducir el consumo de drogas e 50%, inspirado por una conversación telefónica con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum (@Claudiashein), quien le explicó las políticas de prevención aplicadas en su país.
Entre sus declaraciones destacan:
1- «Vamos a hacer una campaña publicitaria que dirá lo malas que son las drogas».
2- «Nunca aprendo nada en las llamadas telefónicas, pero esta vez sí».
3- «Hemos contratado a las mejores agencias, diremos que el fentanilo destruye tu piel, tu cerebro, todo».
4- «Creo que podemos reducir el consumo a 50%, cinco, cero, al hacer esto».
Sin embargo, el Gobierno estadounidende ha recortado fondos destinados al tratamiento de personas con dependencia.
Represión y militarización
La única campaña que sí ha impulsado el Gobierno ha sido la designación de “Antifa” como organización terrorista.
Trump ha optado por el uso del aparato militar, realizando ataques letales contra embarcaciones sin pruebas, violando el derecho internacional.
Tráfico de armas: una omisión deliberada:
Brent T. Christensen, como Subsecretario de Control de Armas, debería explicar cómo más de 90% de las armas incautadas a mafias mexicanas son de fabricación estadounidense.
Debería responder:
1- ¿Quién las vendió?
2- ¿Quién las pagó?
3-¿Cómo cruzaron la frontera?
4- ¿De dónde provienen las municiones?
5- ¿Qué bancos están detrás de estas transacciones?
Pero no lo hará, pues hacerlo pondría en riesgo su cargo y su seguridad personal.
La falsa cooperación regional:
Otra gran falsedad es la supuesta articulación con países vecinos para combatir el narcotráfico (aunque nunca se menciona el narco-consumo).
Según informes de la ONU, Venezuela es víctima del paso de aproximadamente 5% de la cocaína que sale de Colombia. No existen registros de tráfico de fentanilo ni de otras drogas sintéticas por su territorio.
Venezuela ha demostrado una colaboración efectiva en la lucha contra el narcotráfico, coordinando con Colombia, Holanda, Francia, Brasil y otros países, en el marco del derecho internacional y acuerdos bilaterales.
En lo que va de año ha incautado más de 60 toneladas de cocaína, y los responsables han sido procesados conforme al debido proceso, incluyendo solicitudes de extradición.
Críticas internas y consecuencias legales
Conclusión:
La lucha de Trump no es contra las drogas, sino en defensa de los cárteles estadounidenses y del sistema financiero involucrado en el negocio del narcotráfico.