El Dr. A.S. Marwan Abdeen fue alcanzado por un ataque con dron de la ocupación israelí mientras cumplía servicio en el Complejo Médico Nasser, ubicado en Khan Yunis, Gaza, un hecho que conmociona al sector médico y a la comunidad internacional.

Síguenos en nuestro canal de telegram y mantente informado
Durante el tiempo en que el Dr. Abdeen se encontraba realizando sus labores en el Complejo Médico Nasser, un dron israelí lanzó un ataque dirigido que impactó directamente en su ubicación. La acción puso en grave riesgo la vida del médico y generó alarma entre los trabajadores del centro hospitalario. Este acto violento se produce en medio de un contexto de creciente tensión y violencia en la región, afectando incluso a quienes están dedicados a salvar vidas.
Contexto de violencia en el sector salud
Este ataque se suma a una serie de incidentes en los que personal médico y centros de salud en Gaza han sido blanco de agresiones. La comunidad internacional y organizaciones de derechos humanos han denunciado repetidamente la vulneración del carácter humanitario de estos espacios, que deberían ser protegidos en cualquier conflicto. La agresión contra el Dr. Abdeen representa una grave violación de los derechos y del principio básico de protección para los profesionales de la salud.

Reacciones y llamados a la protección del personal sanitario
El hecho ha motivado condenas enérgicas por parte de organismos internacionales, médicos y defensores de derechos humanos. Se insta al cese inmediato de ataques contra el sector sanitario y se exige a las partes en conflicto el respeto a la integridad física y profesional de quienes trabajan en hospitales y clínicas. La protección del personal médico es vital para garantizar la atención a la población civil, especialmente en zonas de conflicto como Gaza.
Lee más de: Flotilla Sumud entrará en zona de alto riesgo y exige vigilancia internacional
La agresión al Dr. Abdeen ha generado una ola de preocupación y solidaridad dentro del Complejo Médico Nasser y entre la población local. Más allá del riesgo personal, estos ataques dificultan la prestación de servicios esenciales, aumentando el sufrimiento de una población ya gravemente afectada por el conflicto. La comunidad médica clama por mecanismos internacionales de protección y mayor vigilancia para evitar que hechos como este se repitan.